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Cayó Bamba, líder de una patota barrial de narcotráfico

Domingo, 15 de julio de 2012 02:51
Comerciante 1. Gabriela López: “Desde que se replegó la Gendarmería, estamos peor. Los policías son solo 40”.
Comerciante 2. Cristina Mendoza: “Aquí es tierra de nadie. Desde que la droga maneja los billetes fuertes, solo rigen sus códigos”.
Seguimiento. Los periodistas de El Tribuno fueron constantemente “marcados” por parejas de hombres con cámaras digitales.

Cuando nada hace prever que la tranquilidad haya llegado a Salvador Mazza luego de la agitada jornada del jueves pasado, en la que fueron ajusticiados de sendos balazos en la cabeza -con el típico sesgo de los ajustes de cuentas de la mafia- dos jóvenes de 34 y 35 años, el carnicero Gonzalo Guzmán y su ayudante Oscar Daniel “Coqui” Aráoz, un importante operativo policial realizado ayer finalizó con la detención de un conocido delincuente de la zona fronteriza, identificado por su apellido: Bamba y quien es, por ahora, sospechoso principal de los referidos hechos de sangre.

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Comerciante 1. Gabriela López: “Desde que se replegó la Gendarmería, estamos peor. Los policías son solo 40”.
Comerciante 2. Cristina Mendoza: “Aquí es tierra de nadie. Desde que la droga maneja los billetes fuertes, solo rigen sus códigos”.
Seguimiento. Los periodistas de El Tribuno fueron constantemente “marcados” por parejas de hombres con cámaras digitales.

Cuando nada hace prever que la tranquilidad haya llegado a Salvador Mazza luego de la agitada jornada del jueves pasado, en la que fueron ajusticiados de sendos balazos en la cabeza -con el típico sesgo de los ajustes de cuentas de la mafia- dos jóvenes de 34 y 35 años, el carnicero Gonzalo Guzmán y su ayudante Oscar Daniel “Coqui” Aráoz, un importante operativo policial realizado ayer finalizó con la detención de un conocido delincuente de la zona fronteriza, identificado por su apellido: Bamba y quien es, por ahora, sospechoso principal de los referidos hechos de sangre.

La Policía de Salta, a través de distintas dependencias y unidades especiales, mantiene a la localidad, que limita con San José de Pocitos (Bolivia), un incesante cerco sobre todo aquel que tenga relaciones, antecedentes y vínculos con la droga.

El aprehendido, cuyos datos filiatorios se mantienen en reserva, es el líder de un grupo local llamado “Los Bembas”, que tiene su sede operativa en el peligroso barrio Pueblo Nuevo y cuyos integrantes están fuertemente vinculados a bandas bolivianas de narcotraficantes.

El referido Bamba, se ha establecido, mantenía una creciente enemistad, declarada públicamente, con el asesinado Gonzalo Guzmán (34), ejecutado junto a Oscar Daniel “Coqui” Aráoz (35) en una finca de su propiedad ubicada en el paraje El Arenal, tres kilómetros al sur del acceso a Salvador Mazza, pero vinculada a Bolivia a través de una serie de pasos clandestinos.

Fuentes ligadas a la investigación aseguraron a El Tribuno que el detenido y la víctima tenían vínculos de negocios ilegales y confirmaron la hipótesis del ajuste de cuentas.

En la localidad fronteriza, todos sus habitantes murmuran y dicen estar seguros de que se trató de una venganza, pero cuando son interceptados por las cámaras y grabadores de El Tribuno, callan y ruegan que se les respete su anonimato. “Estamos en Pocitos y con estos grupos no se juega”, explican.

El miedo, que de por sí es cotidiano en la mayoría de los pobladores del lugar, se acrecentó en las últimas horas, ya que los narcotraficantes hicieron correr la voz de que Guzmán y Aráoz fueron los primeros ejecutados de “una larga lista de mejicaneadores”, como se les llama a quienes reciben cocaína, no la pagan y la venden por su cuenta.

“Este derramamiento de sangre no va a parar, diga lo que diga el ministro. Ya ve lo que ocurrió con ese joven que secuestraron en Orán y al que lo liquidaron de la misma manera en Bolivia”, apuntó un empresario, quien también pidió -como es la costumbre en la zona- mantener sus datos en el anonimato.

“No hay un plan de seguridad”

Miguel el “Lobo” Sosa, ex comisario principal de la comisaría 40 de Salvador Mazza y quien escribe un libro sobre la vida de la frontera, dio opiniones dignas de ser tenidas en cuenta. “No hay un plan de seguridad para esta complicada zona. En la frontera siempre hubo inconvenientes de todo tipo y yo los marqué cuando estaba a cargo de la seccional, pero no me escucharon y cada vez esto se pone peor”, señaló con énfasis.

“Como vecino -continuó- siento mucha inseguridad. Desde 2008 me vengo cuidando de manera constante. Viajo siempre, trato de no dejar huellas y cada paso que doy, lo mido casi matemáticamente. Sé que no le agrado a más de un delincuente”, puntualizó el exoficial.

“Acá hay mucha plata y poca seguridad. En muchas oportunidades, la muletilla que tienen los investigadores, para salir del paso, es culpar al narcotráfico. Acá hay mucho dinero, un remisero y un empresario de Buenos Aires fueron asesinados el año pasado y no tenían vínculo con el narcotráfico, sino que fue por dinero. En Salvador Mazza se manejan muchos, demasiados billetes, y no hay seguridad para los comerciantes ni nadie. En 2008, en mi gestión, inauguramos un puesto en el sector 5 (una de las zonas más calientes de Salvador Mazza) y durante un tiempo, se calmó. Meses después lo cerraron y volvió la inseguridad”, finalizó.

 

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