El gasoil que ingresa ilegalmente desde Bolivia, donde su valor es de unos $ 3,80 el litro, se comercializa en Argentina a $ 5,30, aproximadamente. Se trata de un negocio marginal que moviliza miles de pesos anualmente. La modalidad utilizada por los contrabandistas se basa en sobrecargar los camiones cisterna que ingresan con destino a diversos puntos del país. Los excedentes se venden principalmente en Salta y Tucumán.
inicia sesión o regístrate.
El gasoil que ingresa ilegalmente desde Bolivia, donde su valor es de unos $ 3,80 el litro, se comercializa en Argentina a $ 5,30, aproximadamente. Se trata de un negocio marginal que moviliza miles de pesos anualmente. La modalidad utilizada por los contrabandistas se basa en sobrecargar los camiones cisterna que ingresan con destino a diversos puntos del país. Los excedentes se venden principalmente en Salta y Tucumán.
La frontera entre Salvador Mazza y la ciudad boliviana de Yacuiba es el área donde se lleva a cabo el grueso del contrabando. Tanto es así, que la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Bolivia, efectivos de Control Aduanero y de la Fuerza de Lucha Contra el Narcotráfico del vecino país pusieron en marcha un operativo de control a los vehículos pesados con destino a la Argentina. Las inspecciones se realizan en las principales avenidas de Yacuiba, por donde circula el transporte internacional. Allí, las autoridades verifican los volúmenes de gasoil que transportan los camiones. Los funcionarios a cargo de las actuaciones contaron que se detectó una gran cantidad de cisternas que transportaban más combustible del permitido.
En este sentido aclararon que a estos vehículos, al tener programados diferentes destinos, se les permite llevar las cantidades necesarias para llegar a esos puntos y así evitar el contrabando. Las inspecciones también buscan desbaratar el paso ilegal de garrafas para gas.
Una costumbre peligrosa
El comercio minorista de combustible también es común en Salvador Mazza. Existe un gran número bocas de expendio en casas particulares, a las que los lugareños llaman YPFB, donde se vende en bidones nafta súper procedente de Bolivia. Según fuentes consultadas por El Tribuno, por cada 10 litros obtienen alrededor de $ 20 de ganancia. Los consumidores son automovilistas de la zona, quienes suelen utilizar naftas argentinas y bolivianas en iguales proporciones, ya que el combustible boliviano cuenta con menos octanaje, según los norteños. “Pagamos $ 5 el litro de súper”, aseguraron.