Al menos 75 argentinos residentes en Siria expresaron en las últimas horas su voluntad de abandonar ese país asiático "si la situación se torna insostenible" a raíz del conflicto entre insurgentes y el gobierno del presidente Bashar al Asad, que ayer perdió a tres altos funcionarios en un atentado. Así lo afirmó esta mañana el embajador argentino ante Siria, Roberto Ahuad, quien no descartó el cierre temporario de la representación diplomática en Damasco "si la situación sigue empeorando", a raíz del conflicto interno que, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, causó al menos 17.000 muertos desde su inicio, hace 16 meses. "Hemos repatriado a algunas familias, otras estamos en vías de hacerlo, muchos otros se han ido por medios propios porque tenían los medios para hacerlo.
Teníamos 250 argentinos (registrados), hoy estaremos por debajo de 200, de los cuales entre 70 y 75 han respondido afirmativamente en cuanto a la voluntad de salir del país mientras la situación se torne insostenible", dijo Ahuad a los canales TN y C5N. Ayer, una bomba estalló en Damasco en el edificio donde deliberaban los altos mandos militares de Siria y causó la muerte del ministro de Defensa y viceprimer ministro, Dauoud Rajha, de Assef Shawkat, viceministro de Defensa y cuñado del presidente sirio, y de Hassan Turkmeni, general a cargo del comité de crisis. El atentado ocurrió a 500 metros de la Embajada argentina: "Sentí el fuerte temblor que ocasionó la explosión. Por prevención sugerí a gran parte del personal que no viniera hoy, para evitar situaciones de riesgo hacia ellos, aunque los que viven cerca han venido", mencionó Ahuad.
"Se vive una situación de guerra, el conflicto antes estaba en los suburbios, pero desde hace dos días se metió en el corazón de Damasco. Lo de ayer fue un golpe muy duro al núcleo de seguridad militar", subrayó el diplomático. Sobre la comunidad argentina en el país oriental, Ahuad enfatizó que se trata de "estar en contacto con ellos de manera permanente. Se ha hecho un relevamiento y cuando económicamente les ha resultado imposible salir, los hemos auxiliado. Por ahora hemos podido resolver los casos puntuales, como el de un hombre que tiene familia en la ciudad de Colón, provincia de Buenos Aires. Pudo dejar Siria hace dos días, aun estando cortada la autopista que lleva al aeropuerto", relató.
En cuanto al personal acreditado ante el régimen sirio, Ahuad dijo que "si la situación sigue empeorando, es una posibilidad cierta" el cierre de la Embajada. El conflicto en Siria comenzó en marzo del año pasado, en medio de la denominada Primavera rabe, movimiento que, con los matices propios de los países de la región, reclama mayor libertad civil y política. En Siria, el gobierno está enfrentado con el Ejército Sirio Libre (ESL), que se atribuyó el atentado de ayer, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU se encuentra virtualmente paralizado a raíz de las diferencias entre los cinco países con poder de veto. Estados Unidos, Francia y el Reino Unido de un lado, reclaman el fin del conflicto, mientras que Rusia y China apoyan a la administración de Al Assad.
"La perspectiva realmente es cambiante día a día. En algunos momentos uno guarda una esperanza de que esto empiece a resolverse, y al día siguiente hay una gran decepción porque no se ven posibilidades de resolución. Las partes no demuestran voluntad de renunciamiento a lo que tienen, algo propio de una negociación, por lo que por el momento se torna difícil un acuerdo", explicó el embajador Ahuad. La semana pasada, la Cancillería emitió un comunicado en el que expresó que "sigue con preocupación" la situación en Siria, e hizo un llamado para que la crisis se resuelva "en el marco del diálogo y la participación de todos los sectores de la vida política y civil".
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Al menos 75 argentinos residentes en Siria expresaron en las últimas horas su voluntad de abandonar ese país asiático "si la situación se torna insostenible" a raíz del conflicto entre insurgentes y el gobierno del presidente Bashar al Asad, que ayer perdió a tres altos funcionarios en un atentado. Así lo afirmó esta mañana el embajador argentino ante Siria, Roberto Ahuad, quien no descartó el cierre temporario de la representación diplomática en Damasco "si la situación sigue empeorando", a raíz del conflicto interno que, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, causó al menos 17.000 muertos desde su inicio, hace 16 meses. "Hemos repatriado a algunas familias, otras estamos en vías de hacerlo, muchos otros se han ido por medios propios porque tenían los medios para hacerlo.
Teníamos 250 argentinos (registrados), hoy estaremos por debajo de 200, de los cuales entre 70 y 75 han respondido afirmativamente en cuanto a la voluntad de salir del país mientras la situación se torne insostenible", dijo Ahuad a los canales TN y C5N. Ayer, una bomba estalló en Damasco en el edificio donde deliberaban los altos mandos militares de Siria y causó la muerte del ministro de Defensa y viceprimer ministro, Dauoud Rajha, de Assef Shawkat, viceministro de Defensa y cuñado del presidente sirio, y de Hassan Turkmeni, general a cargo del comité de crisis. El atentado ocurrió a 500 metros de la Embajada argentina: "Sentí el fuerte temblor que ocasionó la explosión. Por prevención sugerí a gran parte del personal que no viniera hoy, para evitar situaciones de riesgo hacia ellos, aunque los que viven cerca han venido", mencionó Ahuad.
"Se vive una situación de guerra, el conflicto antes estaba en los suburbios, pero desde hace dos días se metió en el corazón de Damasco. Lo de ayer fue un golpe muy duro al núcleo de seguridad militar", subrayó el diplomático. Sobre la comunidad argentina en el país oriental, Ahuad enfatizó que se trata de "estar en contacto con ellos de manera permanente. Se ha hecho un relevamiento y cuando económicamente les ha resultado imposible salir, los hemos auxiliado. Por ahora hemos podido resolver los casos puntuales, como el de un hombre que tiene familia en la ciudad de Colón, provincia de Buenos Aires. Pudo dejar Siria hace dos días, aun estando cortada la autopista que lleva al aeropuerto", relató.
En cuanto al personal acreditado ante el régimen sirio, Ahuad dijo que "si la situación sigue empeorando, es una posibilidad cierta" el cierre de la Embajada. El conflicto en Siria comenzó en marzo del año pasado, en medio de la denominada Primavera rabe, movimiento que, con los matices propios de los países de la región, reclama mayor libertad civil y política. En Siria, el gobierno está enfrentado con el Ejército Sirio Libre (ESL), que se atribuyó el atentado de ayer, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU se encuentra virtualmente paralizado a raíz de las diferencias entre los cinco países con poder de veto. Estados Unidos, Francia y el Reino Unido de un lado, reclaman el fin del conflicto, mientras que Rusia y China apoyan a la administración de Al Assad.
"La perspectiva realmente es cambiante día a día. En algunos momentos uno guarda una esperanza de que esto empiece a resolverse, y al día siguiente hay una gran decepción porque no se ven posibilidades de resolución. Las partes no demuestran voluntad de renunciamiento a lo que tienen, algo propio de una negociación, por lo que por el momento se torna difícil un acuerdo", explicó el embajador Ahuad. La semana pasada, la Cancillería emitió un comunicado en el que expresó que "sigue con preocupación" la situación en Siria, e hizo un llamado para que la crisis se resuelva "en el marco del diálogo y la participación de todos los sectores de la vida política y civil".