Unas 310 personas murieron en Siria entre jueves y viernes, días considerados como los más cruentos de la guerra civil desde que comenzó en una revuelta hace 16 meses contra el régimen del presidente Bashar Assad, dijeron ayer los activistas sirios.
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Unas 310 personas murieron en Siria entre jueves y viernes, días considerados como los más cruentos de la guerra civil desde que comenzó en una revuelta hace 16 meses contra el régimen del presidente Bashar Assad, dijeron ayer los activistas sirios.
El conflicto se ha intensificado mucho más en Siria durante la semana pasada conforme los rebeldes se acercan cada vez más a la capital, Damasco, y han lanzado los peores ataques contra el círculo íntimo de Assad, asesinando a por lo menos tres colaboradores de alto rango.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo el viernes que por lo menos 93 de los muertos el jueves eran tropas del gobierno.
Los comités de coordinación local, que documenta las muertes de civiles, dijo que 217 civiles murieron el jueves. Es difícil de verificar el balance de muertes en Siria, que está sometida a estricto control e impone restricciones a los periodistas.
Asimismo, se informó que las tropas leales a Assad recuperaron el control total de un vecindario rebelde de la capital, Damasco, pero las bajas de ayer eran por lo menos medio centenar de personas.
La oposición confirmó el hecho, con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, basado en Londres, diciendo que soldados del gobierno respaldados por tanques ingresaron al distrito de Midan.
Una “retirada táctica”
El activista basado en Damasco Khaled al-Shami, contactado vía internet, dijo que los rebeldes realizaron una “retirada táctica” ayer para evitar cañoneos contra la población civil del área, luego de cinco días de intensos choques entre la oposición y las fuerzas gubernamentales.
Los combates en Midan y otros distritos convirtieron a Damasco en una zona más de combates esta última semana, y la violencia en la capital alcanzó su punto más intenso desde el estallido de la sublevación popular en marzo del año pasado. Los choques en territorio sirio hicieron que unas 30.000 personas cruzasen la frontera hacia el Líbano e Irak en los últimos días buscando un refugio.