Los padres son los últimos en enterarse de lo que hacen los hijos, así más de uno no debe ni sospechar del riesgo que corren los adolescentes en este nuevo juego y modo de comunicarse llamado “sexting”.
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Los padres son los últimos en enterarse de lo que hacen los hijos, así más de uno no debe ni sospechar del riesgo que corren los adolescentes en este nuevo juego y modo de comunicarse llamado “sexting”.
¿De qué se trata el sexting?
Las chicas se sacan una foto o se filman en poses seductoras, semidesnudas, desnudas, o en poses insinuantes con otras chicas o con varones y luego se la envían al chico que les gusta y éste, con o sin su consentimiento las reenvían a través de las redes sociales, o las suben a algunos sitios. Ese es el modo de funcionamiento del sexting.
Esta es la última moda entre las adolescentes que se combina con el uso de las nuevas teconologías. Esto, que a ellos les parece un inocente juego, tiene sus riesgos que no son pocos.
De acuerdo a una encuesta de la Asociación Civil Chicos.net y dos organizaciones extranjeras, nueve de cada 10 adolescentes tiene celular y el 36% admitió que envía fotos en poses provocativas a sus amigos. La consultora Ignis, afirma que de los casi 10 millones de usuarios argentinos de redes sociales y blogs, el 50% corresponde a chicos entre 12 y 18 años.
Sin embargo esto que parece un juego inocente puede ser usado por redes de trata de personas, que utilizan las redes sociales para captar a sus víctimas. Incluso hay casos en que esas fotos “inocentes” de las jovencitas terminan en sitios porno.
En Facebook hay grupos que se oponen a esta peligrosa moda y comentan experiencias de casos nefastos que han sucedido. Desde la División de Delitos en Tecnología y Análisis Criminal de la Policía Federal revelaron que las denuncias van en aumento.
Esto, además de ser peligroso y, un delito de acuerdo al artículo 28 de la ley de Delitos Informáticos (26.388) del Código Penal pena con hasta seis años de prisión, conlleva además un riesgo emocional, por ejemplo si esas fotos son utilizadas para la humillación o denostación de la persona. En parte, dicen los psicólogos, los chicos no perciben la diferencia entre lo que es público y lo que es privado. Todo lo que hacen por la web o el celular, creen que no pertenece a sus actividades reales.
Jorge Cella, gerente de Microsoft Argentina dice que “Aunque los chicos sepan mucho sobre tecnologías siguen siendo inocentes”. Ambos insistieron en que a pesar de que los padres ignoren cuáles son y cómo funcionan las nuevas tecnologías, son los que deben establecer una conexión entre la educación para la vida real de sus hijos y la educación para la vida digital.