Vecinos de la localidad bonaerense de Cañuelas continuaban hoy con sus protestas contra la inseguridad, tras el salvaje crimen de dos hermanos comerciantes que vivían allí, mientras el ministro de Justicia y Seguridad provincial, Ricardo Casal, acudió al lugar, pidió "calma" y aseguró que hay "hipótesis concretas" para resolver el caso.
Los vecinos, que en la noche del domingo habían protagonizado un multitudinario cacerolazo poco después de los asesinatos, acudieron en forma masiva desde esta mañana a la Municipalidad local, donde algunos de ellos irrumpieron con consignas diversas, en las que llegaban a pedir la destitución de la intendenta de Cañuelas, Marisa Fassi.
Las protestas se originaron con el crimen de los comerciantes Marcelo y Leonardo Massa, ocurrido anoche en el pequeño supermercado que poseían en la avenida Libertad al 1400 de esa ciudad. Los hermanos fueron baleados por un hombre que llegó al lugar en una moto conducida por un cómplice y que no llegó a robar nada.
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Vecinos de la localidad bonaerense de Cañuelas continuaban hoy con sus protestas contra la inseguridad, tras el salvaje crimen de dos hermanos comerciantes que vivían allí, mientras el ministro de Justicia y Seguridad provincial, Ricardo Casal, acudió al lugar, pidió "calma" y aseguró que hay "hipótesis concretas" para resolver el caso.
Los vecinos, que en la noche del domingo habían protagonizado un multitudinario cacerolazo poco después de los asesinatos, acudieron en forma masiva desde esta mañana a la Municipalidad local, donde algunos de ellos irrumpieron con consignas diversas, en las que llegaban a pedir la destitución de la intendenta de Cañuelas, Marisa Fassi.
Las protestas se originaron con el crimen de los comerciantes Marcelo y Leonardo Massa, ocurrido anoche en el pequeño supermercado que poseían en la avenida Libertad al 1400 de esa ciudad. Los hermanos fueron baleados por un hombre que llegó al lugar en una moto conducida por un cómplice y que no llegó a robar nada.
En medio de un clima hostil de parte de vecinos que concurrieron a la municipalidad local, Casal defendió a la
intendenta Fassi, quien había intentado dirigirse a la gente momentos antes.
"La intendenta no es responsable de la seguridad de la provincia y mucho menos de Cañuelas", dijo Casal, quien aseguró que hay "hipótesis concretas" para resolver el caso.
El ministro dijo que se va "a trabajar hasta que se esclarezca esto" y transmitió a los vecinos un mensaje del gobernador Daniel Scioli para pedir "calma" a los exaltados pobladores de la zona y que les permitan trabajar.
Casal informó que se realizaron ocho allanamientos por el caso y que existen sospechas sobre un hombre que habría participado en un hecho de inseguridad ocurrido seis años atrás, en el que ya había sido baleado uno de los comerciantes asesinados este domingo.
"Es una de las posibilidades que investigamos", expresó el funcionario al respecto. Cientos de vecinos de Cañuelas habían irrumpido en el edificio comunal con consignas que apuntaban a autoridades comunales y
provinciales. "Acá hay algo raro detrás, debe haber disputas políticas", dijo una vecina, que poco antes había coreado la palabra "cómplices", en medio de diversas consignas que tenían como denominador común
la exigencia de mayor seguridad.Los vecinos prolongaban un aplauso de protesta, mientras que un grupo entró al edificio comunal coreando: "Que se vayan todos...". Antes de las palabras de Casal, el comisario general Hugo
Matzkin, jefe de la Policía bonaerense, que desde temprano se encontraba reunido con la primera plana policial local, se dirigió a los vecinos y pidió "ayuda" para resolver el doble asesinato.
"Le pido a la gente que me entienda, que estamos trabajando para resolver esto", fue una de las pocas palabras que le dejaron pronunciar al jefe policial. Matzkin recibió minutos antes a Matías, hijo de Leonardo Massa
-una de las víctimas-, quien aseguró a la prensa que a su padre y a su tío "los mataron sin robarle nada" y que hasta el momento no estaba conforme con la actuación policial.
El doble crimen se produjo anoche cerca de las 20 y motivó casi de inmediato una protesta en la que participaron un millar de vecinos de esa localidad situada a unos 65 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Buenos Aires.
El hecho ocurrió en el local de verdulería, que incluye otros artículos llamado "Doña Rosa", situado en la avenida Libertad al 1400, y tuvo como víctima a los dos propietarios, de 36 y 38 años. Por el momento los autores del hecho se mantenían en calidad de prófugos.
A ese comercio, según vecinos del lugar, arribaron dos hombres en moto, uno de los cuales se bajó y, en circunstancias que no se habían determinado, le disparó en el pecho a uno de los hermanos, que murió en el acto, mientras se encontraba agachado acomodando bolsas de cartón. En tanto, el otro comerciante también fue baleado y recibió una grave herida en un pulmón cuando se encontraba en la zona de las cajas.
Los asesinos escaparon en la moto, sin llevarse nada, y el comerciante herido finalmente murió cuando era sometido a una intervención quirúrgica en el hospital local, situado a pocas cuadras del negocio.
Alrededor de tres mil vecinos indignados por lo ocurrido marcharon a la comisaría local para protestar contra la
inseguridad. "Hace meses que se venían produciendo hechos delictivos. La inseguridad está llegando a Cañuelas y las autoridades no hacen nada", dijo Juan, uno de los participantes de la protesta. Según se supo, uno de los hermanos ya había sido víctima de un grave hecho de inseguridad, ya que seis años atrás había sido
baleado por asaltantes cuando llegaba a su casa, hecho que le había costado la pérdida de un riñón.