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La deuda de los bancos para un crecimiento real

Domingo, 08 de julio de 2012 12:44

Un informe de la Fundación del Tucumán coloca a Salta como una de las provincias mejores posicionadas a nivel país en la denominada tasa de intensidad crediticia, que mide el porcentaje de préstamos en base a la cantidad de depósitos en las entidades financieras.
En este sentido el informe señala que en esta provincia, de cada 100 pesos que depositan los clientes en bancos públicos y privados, 89 salen como préstamos para conformar el círculo financiero.
La investigación destaca que en el país los préstamos crecieron en promedio al 12,5% anual entre 2003 y 2011, mientras que los depósitos crecieron al 5,7% anual en ese mismo período.
Otro punto que se señala como positivo para la actividad bancaria es que pese a la fuerte salida de los depósitos en dólares, que llegó al 40% desde la instalación del cepo en octubre del año pasado, el balance de la actividad bancaria en el país sigue siendo muy bueno.
Las previsiones para este año tampoco distan de las que se vienen dando desde hace tiempo para los bancos; se prevén fuertes subas en sus beneficios gracias a los créditos que otorgan para el consumo.
Con todo este panorama cualquiera podría pensar en que la alta bancarización, la garantía del retorno y la baja tasa de morosidad, podrían impulsar en forma sostenida el acceso al dinero, pero esto no se refleja en la percepción de la gente.
No caben dudas entonces que la comodidad financiera no significa mejor acceso al crédito.
Si bien el informe no lo señala, no hace falta ir muy atrás en el tiempo para recordar las dificultades en el acceso a créditos de mayor envergadura, aquellos que favorecen el crecimiento real de la economía como los hipotecarios o el crédito Pyme.
Queda la impresión que, pese a los grandes beneficios, la actividad bancaria en todos estos años no hizo un verdadero esfuerzo y sus ganancias se basaron en la práctica fácil, segura y rentable del crédito de consumo. Un aporte real para el crecimiento de la economía nacional en su conjunto, es la gran deuda pendiente de los bancos argentinos.
 

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Un informe de la Fundación del Tucumán coloca a Salta como una de las provincias mejores posicionadas a nivel país en la denominada tasa de intensidad crediticia, que mide el porcentaje de préstamos en base a la cantidad de depósitos en las entidades financieras.
En este sentido el informe señala que en esta provincia, de cada 100 pesos que depositan los clientes en bancos públicos y privados, 89 salen como préstamos para conformar el círculo financiero.
La investigación destaca que en el país los préstamos crecieron en promedio al 12,5% anual entre 2003 y 2011, mientras que los depósitos crecieron al 5,7% anual en ese mismo período.
Otro punto que se señala como positivo para la actividad bancaria es que pese a la fuerte salida de los depósitos en dólares, que llegó al 40% desde la instalación del cepo en octubre del año pasado, el balance de la actividad bancaria en el país sigue siendo muy bueno.
Las previsiones para este año tampoco distan de las que se vienen dando desde hace tiempo para los bancos; se prevén fuertes subas en sus beneficios gracias a los créditos que otorgan para el consumo.
Con todo este panorama cualquiera podría pensar en que la alta bancarización, la garantía del retorno y la baja tasa de morosidad, podrían impulsar en forma sostenida el acceso al dinero, pero esto no se refleja en la percepción de la gente.
No caben dudas entonces que la comodidad financiera no significa mejor acceso al crédito.
Si bien el informe no lo señala, no hace falta ir muy atrás en el tiempo para recordar las dificultades en el acceso a créditos de mayor envergadura, aquellos que favorecen el crecimiento real de la economía como los hipotecarios o el crédito Pyme.
Queda la impresión que, pese a los grandes beneficios, la actividad bancaria en todos estos años no hizo un verdadero esfuerzo y sus ganancias se basaron en la práctica fácil, segura y rentable del crédito de consumo. Un aporte real para el crecimiento de la economía nacional en su conjunto, es la gran deuda pendiente de los bancos argentinos.
 

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