Mientras el kirchnerismo sigue buscando instalar en la opinión pública el debate sobre la resocialización de los detenidos, Raúl Zaffaroni, un juez cercano al Gobierno si los hay, reconoció lo que todos suponían: que las salidas de presos para actos “culturales” se estaban haciendo al margen de la ley.
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Mientras el kirchnerismo sigue buscando instalar en la opinión pública el debate sobre la resocialización de los detenidos, Raúl Zaffaroni, un juez cercano al Gobierno si los hay, reconoció lo que todos suponían: que las salidas de presos para actos “culturales” se estaban haciendo al margen de la ley.
Es sencillo: tanto al asesino de Wanda Taddei como al homicida de Gonzalo Acro le faltan como mínimo siete años para poder empezar a tener beneficios transitorios. ¿Por qué los jueces los autorizaron para salir? Esa es la pregunta del millón, pero aún nadie desde el poder pidió juicio político para alguno de esos magistrados. Esta no es una discusión ideológica ni de visiones enfrentadas sobre cómo recuperar lo mejor de los prisioneros, como la Presidenta busca imponer.
Lo que se está debatiendo es lisa y llanamente la utilización política de los delincuentes. ¿Es una actividad cultural llevar a los presos a actos en donde se canta en favor de un grupo político y se llega al penal pasadas las 2 de la mañana y alcoholizado? ¿Cuál es la experiencia en rehabilitación de criminales que tiene el Vatayón Militante: son asistentes sociales, delincuentes recuperados o psicólogos? La definición que ellos hacen sobre sí mismos no es ninguna de esas, sino la de ser “soldados” de Cristina. Lo que pasa adentro de las rejas se asimila mucho a lo que pasa afuera: las leyes están, pero pocos las cumplen.