Con tres denuncias diarias por abuso y cerca del 20 por ciento de las madres en la adolescencia, ayer comenzó en Salta la segunda parte de una capacitación para que los docentes den la educación sexual integral que debía incluirse en la escuela hace seis años. Los maestros plantearon sus dudas sobre cómo manejarse si hay resistencia de los padres o qué hacer con los tabúes.
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Con tres denuncias diarias por abuso y cerca del 20 por ciento de las madres en la adolescencia, ayer comenzó en Salta la segunda parte de una capacitación para que los docentes den la educación sexual integral que debía incluirse en la escuela hace seis años. Los maestros plantearon sus dudas sobre cómo manejarse si hay resistencia de los padres o qué hacer con los tabúes.
Una ley nacional estableció en 2006 que todos los chicos del país deben recibir información sobre temas como el cuerpo, el embarazo, las enfermedades relacionadas con la vida sexual y los métodos de prevención.
En Salta hubo reclamos reiterados por la falta de decisión para implementar la norma. El Gobierno de la Provincia incluso rechazó durante meses distribuir entre los docentes manuales instructivos que mandó el Gobierno de la Nación para que empezaran a aplicar la ley.
Con la presión de un debate que llegó a los medios nacionales, el Gobierno de la Provincia comenzó a dar un taller sobre el tema para directores en marzo.
La segunda etapa de la formación comenzó ayer en la Sociedad Española y abarca a unos 1.600 educadores que deben reproducir en sus escuelas lo que aprendan ahora en las clases.
El taller ayer empezó a responder dudas básicas que los maestros deben resolver para comenzar a informar a los chicos como demanda la ley nacional 26150.
“Desde que se aprueba un marco normativo hasta que definitivamente se instituye en la sociedad hay un proceso atravesado por múltiples factores sociales culturales e institucionales que han generado, a nivel nacional, distintos ritmos en cada una de las jurisdicciones”, dijo ayer a El Tribuno Elisa Espeche, directora de Desarrollo Educativo del Ministerio de Educación de la Provincia.
La funcionaria prefirió no responder si los obstáculos para tratar temas como el uso de preservativos tuvieron que ver con la religión. “No voy a entrar en ese terreno. Estoy centrada en que la ley se cumpla y que llegue la formación a la docencia... En la capacitación están trabajando colegios confesionales y no confesionales sobre perspectivas amplias”, manifestó.
La religión es una materia que forma parte de los planes de estudio en las primarias públicas de Salta, otro hecho que generó múltiples polémicas que también sobrepasaron los límites geográficos de la provincia. Sin embargo, Espeche opinó que eso no es un obstáculo para que se aplique la educación sexual.
“En el marco del respeto a los idearios institucionales, no deben dejar de darse los contenidos que fueron aprobados en el Consejo Federal de Educación. Si una institución promueve ciertas creencias, está bien, pero eso no implica que deje de enseñar lo que debe por ley”, indicó.
“Dimos un paso significativo cuando tomamos en cuenta lineamientos nacionales en los diseños curriculares de la provincia en 2010. En cuanto a capacitaciones, este año estamos imprimiendo un ritmo más rápido”, dijo la directora de Desarrollo Educativo.
El objetivo de dar información en las aulas era prevenir embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual e, incluso, abusos.
En Salta, más del 20 por ciento de los partos son de madres adolescentes de acuerdo a estadísticas oficiales.
Además, un promedio de tres situaciones de violencia sexual se denuncian cada día solo en el distrito judicial que comprende a Salta capital. La cifra implica un crecimiento del 33 por ciento de los casos con respecto al año pasado y deja en claro la necesidad de prevenir desde espacios como la escuela.
Dudas sobre la reacción de los padres
“¿Qué hacemos si los padres se quejan?”, fue una de las preguntas recurrentes que plantearon los docentes en la capacitación sobre educación sexual integral que comenzó ayer.
Mariana Lavari, integrante del Programa Nacional de Educación Sexual Integral, llamó a difundir los contenidos que se dictarán para cada edad para evitar resistencia de la familia.
“La escuela tiene la obligación de informar a los padres sobre los temas que se van a tocar. Con información, la mayoría de los adultos agradece que se enseñe sobre el tema”, señaló.
Los maestros también dejaron en claro que la sexualidad es, para muchos, un tema tabú que no saben cómo encarar porque no lo trataron con nadie cuando eran estudiantes.
“A nosotros no nos hablaban de esto”, dijo ayer en uno de los talleres una educadora llegada de Cachi.
La ley nacional estipula que los chicos aprendan sobre su cuerpo, la intimidad, las relaciones entre hombres y mujeres, las enfermedades de transmisión sexual, el embarazo y los métodos de prevención. Tiende a eliminar estereotipos sobre hombres y mujeres que pueden relacionarse con la violencia de género. E incluye una visión que acepta las diferentes elecciones sexuales y las distintas formas que puede tener una familia.
“Las caricias algunas veces nos gustan y a veces no. Tenemos derecho a decir si o no”, dice uno de los materiales que se repartieron ayer.