Cuando todo parecía una fiesta, cuando el Honorato Pistoia estallaba en el debut de Juventud Antoniana como local en el torneo Argentino A y en la primera presentación en su propia casa depués de 15 meses de ausencia, Libertad de Sunchales le arruinó el festejo al santo y le ahogó el triunfo al equipo de Iván Delfino en un dramático, cambiante e infartante primer tiempo.
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Cuando todo parecía una fiesta, cuando el Honorato Pistoia estallaba en el debut de Juventud Antoniana como local en el torneo Argentino A y en la primera presentación en su propia casa depués de 15 meses de ausencia, Libertad de Sunchales le arruinó el festejo al santo y le ahogó el triunfo al equipo de Iván Delfino en un dramático, cambiante e infartante primer tiempo.
El santo igualó hace instantes 2 a 2 con Libertad de Sunchales en el Fray Honorato Pistoia ante más de 5 mil personas que se dieron cita al santuario para ser testigos presenciales del regreso del antoniano a su mítico escenario de Lerma y San Luis.
Y el empate le dejó un sabor amargo a las miles de almas que se hicieron presentes en el santuario, ya que luego de "madrugar" en los primeros minutos y ponerse rápidamente en ventaja, por 2 a 0, el equipo salteño pagó sus propias desatenciones defensivas y el rival no tardó en reaccionar en aquella interminable primera etapa, dejando el trámite 2 a 2, marcador que a la postre sería el definitivo.
Juventud no se durmió en la fría mañana del Honorato y salió decidido a ganar desde los primeros minutos. De esta forma, con una buena actuación de Nicolás Aguirre por la banda derecha, generando los mayores peligros y amenazas para la defensa sunchalense, Juventud se adueñó de las acciones y no tardó en desatar el primer grito matinal.
A los 10' del primer tiempo fue el mismo Aguirre el que sacudió la red con un golazo de otro partido. Y un minuto más tarde, cuando el tigre santafesino no se terminaba de acomodar y sobreponerse al golpe, llegó el segundo, por intermedio de Germán Cáceres, para poner el tempranero 2 a 0 que sacudió a todos e hizo vibrar a la parcialidad antoniana.
Pero el santo era un equipo cuando atacaba, y otro totalmente distinto cuando defendía. Y las desatenciones defensivas las pagó muy caras, también en una ráfaga de goles que llegaron uno tras otro, y para colmo de males, de la mano de dos ex antonianos. Matías Rinaudo, primero, a los 23' de la etapa inicial, marcó el descuendo para Libertad, y como para potenciar aún más las desaveniencias en la última línea santa, un viejo verdugo y ex jugador de la Lerma, Maximiliano Antonelli, decretó el empate definitivo a los 29'.
Lo que quedó de aquella primera etapa y el mismo complemento mostró a un Libertad más firme, con mayor convicción y dejando una mejor imagen, tras haberse recuperado de aquellos dos minutos fatales. El campo de juego atentó contra el buen fútbol, y Juventud entró en la desesperación a medida que iban pasando los minutos. El partido se terminó escurriendo y la situación por momentos se tornó dramática, especialmente cuando Cáceres vio la roja a los 23' del segundo tiempo.
El santo no pudo hacer demasiado hasta el final, y pese a la enjundia volvió a empatar un partido que tenía para ganarlo, tal como pasó hace una semana en el debut, en Misiones, ante Guaraní Antonio Franco. Y le dejó sensaciones encontradas el empate, porque más allá de la buena producción en ofensiva y la contundencia que mostró en algunos pasajes, le volvieron a convertir dos goles y la defensa evidenció notorios errores que pagó caro.