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Llegan los primeros peregrinos de los Valles Calchaquíes

Miércoles, 12 de septiembre de 2012 19:43

Solo una profunda devoción y una fe casi inexplicable pueden movilizar a miles de personas, desde los rincones más alejados de la provincia, a peregrinar cientos de kilómetros desafiando el intenso calor de las tardes y la crudeza del frío de las noches, para llegar a la Catedral Basílica donde los esperan sus santos protectores, el Señor y la Virgen del Milagro.

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Solo una profunda devoción y una fe casi inexplicable pueden movilizar a miles de personas, desde los rincones más alejados de la provincia, a peregrinar cientos de kilómetros desafiando el intenso calor de las tardes y la crudeza del frío de las noches, para llegar a la Catedral Basílica donde los esperan sus santos protectores, el Señor y la Virgen del Milagro.

“Nuestra meta es llegar a ofrendar nuestras llagas físicas y espirituales al Señor, que es nuestro guía y compañero. Lo hacemos no solo por nosotros, sino por toda la humanidad que se siente ya vencida, cansada, maltratada y sin esperanza. Nuestros sacrificios y alabanzas las ofrecemos por un mundo mejor”, comentó Francisco, un peregrino de los Valles Calchaquíes.

Desde Molinos, una caravana de casi 300 hombres, mujeres y niños de esa localidad, de Colomé, Gualfín y Tacuil partió el viernes, encabezada por el religioso Juan Pablo Ordóñez. Alentándose con cánticos y oraciones transitaron por cerros y quebradas de la escarpada geografía vallista, pasando por la recta de Tin Tin, el Parque Nacional Los Cardones y Piedra de Molinos, para adentrarse luego en el Valle de Lerma. En finca La Florida, entre Cerrillos y La Merced, fueron agasajados ayer con un almuerzo. Allí tuvieron la oportunidad de aliviar sus pies llagados en las acequias de la finca agrícola y recuperar fuerzas para continuar viaje. Luego, al atardecer, arribaron a Cerrillos, donde hicieron noche para continuar hoy su peregrinar hacia Salta capital, donde se espera que lleguen alrededor de las 10.30.

En todo momento fueron escoltados por una ambulancia, un enfermero, un vehículo de la Municipalidad con víveres y personal para asistirlos, y un efectivo de la policía que con riguroso uniforme y borceguíes caminó junto a la gente velando por su seguridad.

Detrás de los fieles de Molinos, con idéntico destino peregrinan los devotos de Brealito, Cachi, La Poma y Payogasta.

 

 

Cinco días de peregrinación

De Cachi, ubicado a 157 km de la cuidad de Salta, tal vez provenga el grupo más nutrido, ya que más de 2.000 personas integran la marcha que comenzó el domingo al mediodía. Se trata de lugareños y de una gran cantidad de salteños que se trasladaron hacia esa localidad para vivenciar la experiencia de caminar hasta la Catedral. A las pocas horas de partir se unieron a los fieles de Payogasta con quienes caminaron hasta que la noche los sorprendió en el paraje Tonco. Al día siguiente hicieron un alto en la Cruz del Peregrino, en plena cuesta, para ofrecer nuevas plegarias al Altísimo.

Agotados por la travesía y en busca de recuperar fuerzas descansaron en El Sunchal para continuar ayer abriendo camino a través de La Zanja y El Nogalar.
A esta altura ni el cansancio, ni el hambre ni el frío lograron borrar de los rostros de los peregrinos esa sonrisa de entusiasmo, de esperanza y paz interior que los acompañó durante todo el viaje, como si al final del trayecto los esperara un premio que hiciera que el sacrificio haya valido la pena.
“Sin dudas, al final de este largo peregrinar nos espera el gran premio de ofrecer nuestras plegarias al Señor y la Virgen del Milagro. Somos un pueblo de fe. En la vida también ofrecemos nuestros sacrificios, nuestros sufrimientos y dolores, siempre con la íntima convicción de que al final nos espera el gran premio que nos prometió el Señor”, manifestó Matías.
Tras otro esfuerzo, la peregrinación llegó al atardecer a Pulares, donde compartieron oraciones con los vecinos y también una obra de teatro organizada por los habitantes del paraje Bella Vista.
Las estaciones previstas para hoy son El Mollar, Santa Rosa para llegar a Cerrillos por la tarde, donde los peregrinos cenarán y dormirán hasta el jueves, día en que comenzará la etapa final que concluirá cerca de las 13 en el altar mayor de la Catedral, junto al Señor y la Virgen del Milagro.
 

LOS TESTIMONIOS

 

Santos Gutiérrez, 73 años, Molinos

"Hace seis años que peregrino para la fiesta del Milagro. Lo hago siempre pidiendo por la salud de mi familia, para que no nos falte el pan. A mi edad es mucho el esfuerzo que hay que hacer para caminar estos casi 180 kilómetros desde Molinos hasta la Catedral de Salta, por eso cada año le pido Dios que me bendiga y me dé fuerzas para poder llegar”.
 

 

Lázaro Renfije, 11 años, de Tacuil 

"No me siento cansado, estoy bien. Voy a Salta a pedirle al Señor y a la Virgen del Milagro que me ayuden en la escuela. También quiero pedirles por la felicidad de mis tres hermanitos, que no pudieron venir esta vez, pero cuando vuelva yo les voy a contar todo lo que pasó en este viaje, así el año que vienen venimos todos juntos”.
  

 

Dora Chocobar, vecina de Tacuil

“La fe es la que nos impulsa para poder llegar al encuentro del Señor y la Virgen del Milagro. De Tacuil venimos 24 peregrinos. Salimos el 7 de septiembre, a las 3.30 de la madrugada, y caminamos en el frío, el calor, la lluvia y la neblina en busca de la bendición de nuestros santos protectores. Somos gente de campo que venimos a pedir principalmente salud y trabajo”.

 

David Rueda, vecino de Molinos


“Iniciamos esta peregrinación, que hoy se transformó en una tradición de nuestro pueblo, allá por 2005 cuando junto a unos amigos decidimos viajar hasta Salta en bicicleta para participar de la festividad del Milagro. Al año siguiente decidimos hacerlo caminando. En los primeros tiempos comenzamos unas 70 personas, el año pasado hubo 170 y este año casi llegamos a los 300 peregrinos. Mis intenciones son casi las mismas que la toda la gente de Molinos, queremos pedir fundamentalmente por la salud de la familia, para que no nos falte el trabajo, el pan y que nos mantenga siempre unidos a los pueblos de los valles”.

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