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La papa andina, con gran recepción en el mercado nacional

Domingo, 02 de septiembre de 2012 12:46

 La producción de la papa andina de la Quebrada del Toro, empaquetada en la planta de Alfarcito durante julio y agosto, tuvo una excelente recepción en Buenos Aires.

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 La producción de la papa andina de la Quebrada del Toro, empaquetada en la planta de Alfarcito durante julio y agosto, tuvo una excelente recepción en Buenos Aires.

Los 5 mil kilos clasificados en la planta ubicada en el predio de la Fundación Alfarcito, inaugurada en julio pasado, fueron comercializados en restaurantes de Puerto Madero y cadenas de hoteles de primer nivel de Buenos Aires. 
“La recepción fue muy buena. El producto más solicitado fue el papín, destinado para la cocina gourmet, por su excelente calidad, y está teniendo una enorme aceptación”, señalaron a El Tribuno Guillermo Otamendi y Gustavo Lee, colaboradores de la Fundación Alfarcito en Buenos Aires y Salta, respectivamente.
“Si bien el volumen de empaquetado y comercialización es muy pequeño aún, éste es un proceso que recién comienza. Por ahora buscamos abastecer este mercado, pero las perspectivas son muy buenas, ya que hay un gran interés a nivel nacional y mundial por la gastronomía andina”, destacó Otamendi. 
 
Abrir más mercados 
 
Además del envío de muestras a Arabia Saudita realizado en julio pasado, también se hizo otro envío a Kuwait, Singapur, Estados Unidos y Canadá de diferentes variedades. “Hay un interés mundial por la comida latinoamericana y las expectativas de comercialización son muy buenas”, contaron.
Cabe destacar que gracias a la certificación que otorga la planta empaquetadora, la papa puede ser comercializada en cualquier parte del país y del mundo. 
En la planta la papa andina es lavada, clasificada y empaquetada bajo normas de control sanitario exigidas por el Senasa, se realiza la aplicación de antibrotante y el envasado en bolsas de 1 y 5 kilos. 
Para el resto del año se prevé empaquetar alrededor de 10 mil kg. 
Por su parte, el entusiasmo en los productores de los distintos parajes de la Quebrada del Toro es notable. 
“Son unos 50 productores, asociados a la cooperativa Teki Masi, los que depositan actualmente su producción en la planta. Están muy entusiasmados y algunos ya aumentaron las superficies de cultivo”, señaló Daniel Canónica, de la cooperativa. 
 
Limitantes de la producción 
 
Guillermo Otamendi señaló que el 90% de la papa andina que se consume hoy en Argentina proviene de Bolivia y se consigue un 50% más barata que la argentina.
“La producción de papa andina en nuestro país es incipiente aún, solo se produce en Jujuy y Salta. Nosotros recién comenzamos con la comercialización”, dijo. 
Destacó que en la Quebrada del Toro es posible triplicar la superficie de producción para el mercado interno, pero que el principal limitante es técnico.
“En la Quebrada hay sembradas unas 50 hectáreas y la producción es artesanal. La gente no tiene tractores que le faciliten la tarea. Falta maquinaria y, para la zonas más inaccesibles, mulas y mano de obra, ya que esta tarea la llevan adelante las familias”. 
Contó que la comuna de Quijano suele prestarles un tractor a los productores, pero que necesitan contar con más maquinarias y herramientas para poder ampliar así la capacidad productiva de la zona.
 
Un producto orgánico y de gran calidad
 
“La calidad de la papa andina de la Quebrada es muy superior a la boliviana, porque se trata de un producto ciento por ciento orgánico. Los cultivos se realizan a más de 3 mil metros de altura, donde la presencia de plagas es mucho menor, y no se emplea ningún tipo de agroquímico”, destacó Otamendi, quien además es ingeniero agrónomo.
Destacó que esta característica la convierte en un producto único en el mercado.
Por otra parte, en la planta se aplica un proceso de lavado y selección, sin defectos ni presencia de gusanos, lo que determina un producto final de calidad asegurada.
Además, la papa se clasifica y se embolsa en cuatro tamaños, según el mercado al cual se apunta. Puede ser tamaño copetín (hasta 1 cm), papín (2 a 4 cm), mediana (4 a 7 cm) o familiar.
En la Quebrada se producen miskila o colorada, cuarentona, blanca lisa, blanca yistera, runa, tuni, tonca y overa, oka amarilla y oka rosada.
 
 Evitar el desarraigo

La mayoría de los productores vive en lugares de difícil acceso y debe transportar la producción desde los cerros a lomo de burro, luego de viajar más de 10 horas en algunos casos.

Para el padre Chifri, esta planta era una oportunidad, entre tantas otras de las iniciativas que tuvo, para evitar que la gente de la zona emigre.

“Antes de la llegada de Chifri la gente vivía del trueque y se iba en búsqueda de oportunidades. Hoy se está quedando. La idea de abrir mercados es que haya una alternativa productiva en la zona”, contó Canónica.

En la planta de Alfarcito y en las ferias regionales de Campo Quijano es posible encontrar las variedades de papa de la Quebrada. Allí viven unas 25 comunidades campesinas, dedicadas a la producción de quesos de cabra, carne caprina, frutas (peras, manzanas, duraznos), choclo, arvejas, habas y papa.

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