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Para no ser pobre, se necesita un sueldo mínimo y medio

Domingo, 02 de septiembre de 2012 02:09

Con bombos y platillos se anunció el martes pasado el acuerdo logrado en el Consejo del Salario de incrementar el sueldo mínimo, vital y móvil y llevarlo de los actuales $2.300 a $2.670 a partir de septiembre y $2.875 en febrero de 2013. Sin embargo, según datos preliminares brindados por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) a El Tribuno, se necesitan 1,55 sueldos mínimos para cubrir la canasta básica total de una familia tipo, que fija la línea de la pobreza.

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Con bombos y platillos se anunció el martes pasado el acuerdo logrado en el Consejo del Salario de incrementar el sueldo mínimo, vital y móvil y llevarlo de los actuales $2.300 a $2.670 a partir de septiembre y $2.875 en febrero de 2013. Sin embargo, según datos preliminares brindados por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) a El Tribuno, se necesitan 1,55 sueldos mínimos para cubrir la canasta básica total de una familia tipo, que fija la línea de la pobreza.

La pérdida del poder adquisitivo fue profundizándose con el pasar de los años. Es cierto que, desde 2003, y luego de varios años de haber estado congelado, el Gobierno nacional impulsó sucesivas subas del salario mínimo (ver cuadro). Pero aún así resultaron insuficientes porque la inflación, en especial de los alimentos, fue erosionando el poder de compra salarial.

También hay que tener en cuenta que tanto pobres como indigentes destinan la mayor parte de sus ingresos al consumo de bienes y servicios básicos, que sufrieron aumentos mayores que el resto de los productos y servicios, por lo que la inflación impacta mucho más en esta franja social.

Este aumento alcanzará a cerca de 113.000 asalariados registrados en el sector privado y unos 400.000 trabajadores que “están fuera de convenio” y que actualmente perciben salarios cercanos a los $2.300, monto que hace referencia al salario mínimo fijado hace un año.

Es decir, según cifras oficiales, la suba sólo afecta a cerca del 1,9% del total de los trabajadores en blanco; sin embargo, podría representar una herramienta para los trabajadores en condiciones de contratación precarias.
Resulta preciso tener en cuenta que el acuerdo no alcanza a peones rurales y empleadas domésticas entre otros. Tampoco, desde luego, a los trabajadores en negro, que son cerca del 35% de la fuerza laboral. En total, casi 7 millones de trabajadores, sobre un total de más de 16 millones, están afuera antes de la discusión.
Cabe recordar que el aumento se da luego de la controvertida valorización del deslegitimado Indec, que afirmó que una familia tipo puede alimentarse por día con $23. En este sentido, según una estimación alternativa, para el IPyPP se necesitan $75 para satisfacer las necesidades alimentarias.

Es en este marco que después de años de crecimiento récord, el salario real, aunque se recompuso desde los escasos niveles de 2001, se encuentra en niveles similares a la denostada década de los noventa.

¿Aumentan las AUH?

El aumento no solo no sería suficiente, sino que traería cola. Cuando el salario mínimo vital y móvil llegue a $ 2.875, en febrero de 2013, el primer tramo de las asignaciones familiares dejará de existir.

Es que el primero de los tres topes está fijado en 2.800 pesos y ningún trabajador en blanco ganará menos que eso. Esa insólita situación aceleraría la decisión del aumento en las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo (AUH), que sería anunciado en los próximos días por el Ejecutivo nacional.

No obstante, si bien es innegable el impacto que tuvo la AUH en el país, por la creciente inflación de los últimos años el subsidio por hijo bajó poco la pobreza. Es aquí donde mientras el Indec marca que la tasa de pobreza es de apenas el 8,2%, para la IPyPP las estimaciones alcanzan el 31,5%.

La manipulación de los índices de inflación por parte del Indec no solo perjudica al sistema estadístico argentino en materia de precios, sino que enturbia las verdaderas cifras de pobreza e indigencia que tiene el país.

Es por eso que aparecen las estimaciones privadas, que muchas veces tienen poco rigor científico, pero que desde 2007 son casi la única medición aproximada para tener en cuenta.

El aumento

Desde ayer, el salario mínimo vital y móvil de la Argentina se ubicó en los $2670, un 16% más que el año pasado.

Las opiniones

Hector Polino, titular de Consumidores Libres

En diálogo con El Tribuno, el titular de la suspendida ONG sostuvo que “el salario de $2.875 obviamente está alejado de las necesidades básicas que tiene una familia tipo”. En este sentido, recalcó que de acuerdo con los datos de la Universidad Nacional de La Plata y de la UBA, se necesitarían $6.800 aproximadamente por mes.

Asimismo, sostuvo que “es muy difícil vivir en este contexto”, por lo que son necesarios actividades extras en una familia tipo. “Por eso es que hay tantos pobres e indigentes en Argentina”, señaló.

En cuanto al impacto de la Asignación Universal por Hijo, sostuvo que “es positivo ya que aumentó la demanda de consumo, pero este plan debería universalizarse realmente”.

Susana Andrada, titular del Centro de Educación al Consumidor (CEC)

La directora del Centro de Educación al Consumidor advirtió ante El Tribuno que el anunciado aumento “no alcanza para una familia tipo. Es realmente ridículo el aumento porque la inflación en lo que va del año, según mediciones privadas, llega al 17%”. Consultada sobre el incremento escalonado, aseguró que “cuando en febrero vuelvan a dar el nuevo aumento se va a licuar con el aumento de precios que se está registrando”.

En este sentido, se quejó de la cifra acordada que “no significa crecimiento ni bienestar a futuro: significa supervivencia”. “Es un aumento totalmente alejado de la realidad”, concluyó.
 

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