Un sujeto encapuchado intentó raptar a una menor de 14 años el jueves por la noche en el barrio Ciudad Valdivia, en la zona sur de la capital salteña. A las 21.20 la chica salió de su casa, situada en la manzana 753 A, junto con una amiga y una prima, ambas de su misma edad, a quienes acompañó hasta la parada del corredor 1A, a unos 100 metros de su vivienda, sobre la avenida principal del núcleo habitacional. Cuando regresaba a su hogar, sola, a tan solo 15 metros de su vivienda, vio a un sujeto desconocido que estaba parado en el lugar. No le prestó mucha atención porque parecía que estaba hablando por celular.
inicia sesión o regístrate.
Un sujeto encapuchado intentó raptar a una menor de 14 años el jueves por la noche en el barrio Ciudad Valdivia, en la zona sur de la capital salteña. A las 21.20 la chica salió de su casa, situada en la manzana 753 A, junto con una amiga y una prima, ambas de su misma edad, a quienes acompañó hasta la parada del corredor 1A, a unos 100 metros de su vivienda, sobre la avenida principal del núcleo habitacional. Cuando regresaba a su hogar, sola, a tan solo 15 metros de su vivienda, vio a un sujeto desconocido que estaba parado en el lugar. No le prestó mucha atención porque parecía que estaba hablando por celular.
Siguió caminando y cuando estaba a la altura de un medidor de luz, sintió que alguien venía corriendo por detrás y cuando se quiso dar vuelta, el individuo la tomó del cuello fuerte con uno de sus brazos, la apretó e intentó reducirla bajo amenazas. “Callate porque sino te mato, no grités, no digás nada”, le dijo el sospechoso, al tiempo que intentaba arrastrarla hacia la vuelta de la manzana donde estaban. Sin embargo, la víctima, comenzó a luchar y gritar a más no poder, por lo que el secuestrador desistió de su actitud y se dio a la fuga. Los gritos fueron escuchados por la hermana mayor de la chica, una joven de 16 años, quien se encontraba en el comedor de la vivienda viendo películas y otros vecinos que salieron a ver qué ocurría y hallaron a la adolescente en estado de shock.
El causante, de 1,80 metros de estatura, vestía un buzo negro con capucha y pantalón oscuro, según la descripción de la víctima, quien no alcanzó a verle el rostro. “Estaba viendo una película cuando escuché un grito que decía "pá!'. Después mi hermana entró a la casa corriendo, agitada, asustada, no podía hablar bien porque tenía la respiración entrecortada”, dijo la hermana mayor de la víctima. El padre de la chica que sufrió el intento de secuestro, Carlos Alberto Zenardo (36), comerciante, relató a El Tribuno: “En ese momento yo estaba en mi dormitorio con mi esposa viendo tele. Mi hija me dijo "papá un hombre me agarró afuera por detrás, casi me ahorcó'. Tenía una marca en el cuello, entonces yo salí corriendo para ver quién era, pero ya no había nadie. Luego saqué mi moto, y nos fuimos a recorrer el barrio pero no hubo caso”. A las 22, la madre de la chica, Andrea Carrazán (34), llamó al 911.
Los vecinos están preocupados
“Lo que pasó es muy grave, preocupante. Este es un barrio apacible. Los chicos juegan tranquilamente en la calle, incluso de noche. Todos nos conocemos”, dijo un grupo de vecinos de Ciudad Valdivia a El Tribu no.
“En el barrio se comenta que no es la primera vez que pasa algo así, sino la segunda, porque hace unos días algunos vecinos vieron una camioneta Ford Ranger, beige o arena y quisieron raptar a otra nena de 12 años que vive en la parte posterior del barrio. Estamos intranquilos. Muchos dijeron haber visto esa camioneta varias veces por aquí”, dijo Carlos Zenardo.
“Este es un llamado de atención para todos. Vivimos en un barrio chico pero no podemos confiarnos porque puede venir gente de otro lado con malas intenciones y tal vez no nos damos cuenta. La mayoría tenemos hijos pequeños”, añadió José Bravo (46).
Quejas
“Lamentablemente estamos rodeados de descampados y de noche es muy oscuro. Si alguien te lleva a las fincas aledañas, o te roba cerca de ellas, nadie se entera”, expresó Jacqueline Ecli (36), otra vecina.
Los residentes de la zona reconocieron que la Policía patrulla constantemente a la hora de la siesta y por las noches. Piden que haya consigna fija a la entrada del barrio, como había hace unos meses.
“No sabemos que más se puede hacer. La Policía dijo que iba a tomar cartas en el asunto y que iba a recorrer más el barrio para la tranquilidad de todos. Lo que más nos preocupa es la trata de personas. Hay mucha gente que desaparece y nunca más se sabe nada de ellos”, finalizó Zenardo.