¿Cuáles son las consecuencias más próximas de los incendios producidos en la Capital esta semana? Según los especialistas, tanto la llegada como la tardanza de las lluvias son noticias poco halageñas. Si bien un aguacero podría detener la lenta quema de la turba escondida en las grietas de los cerros 20 de Febrero y San Bernardo, las condiciones en las que se encuentran las laderas podrían provocar el escurrimiento de grandes cantidades de material hacia las casas.
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¿Cuáles son las consecuencias más próximas de los incendios producidos en la Capital esta semana? Según los especialistas, tanto la llegada como la tardanza de las lluvias son noticias poco halageñas. Si bien un aguacero podría detener la lenta quema de la turba escondida en las grietas de los cerros 20 de Febrero y San Bernardo, las condiciones en las que se encuentran las laderas podrían provocar el escurrimiento de grandes cantidades de material hacia las casas.
Las declaraciones de algunos funcionarios se contradicen y, en algunos casos, desnudan un gran desconocimiento de la situación. Estrictamente en ambos cerros los focos siguen activos y la desaparición de la vegetación que estabiliza las laderas, fija la tierra al suelo y evita que ésta sea arrastrada por la caída de agua, aumenta la posibilidad de arrastre del material hacia la pendiente.
“Urgentemente necesitamos la realización de obras en los cerros. Según anuncia el Servicio Meteorológico Nacional, para esta época de lluvias se prevé un promedio de caída de 40 milímetros de agua en 40 minutos, aproximadamente. Ante estos anuncios, se deben construir con rapidez rompedores de pendientes, también canales de guarda en forma transversal a la ladera, para ir frenando la velocidad de caída en caso de aguaceros. Sino pueden haber consecuencias graves. Pero con una sola muerte que evitemos, ya está”, señaló a El Tribuno Eduardo de la Zerda, ingeniero hídrico y especialista en procesos erosivos.
El subsecretario de Prevención y Emergencia de la comuna capitalina, Gastón Galíndez, había planteado esta urgencia ante el Comité de Crisis establecido esta semana cuando el Zonda hizo desastres en el Valle de Lerma. “El deslave de los cerros de la ciudad es un riesgo latente siempre. Pero el tema se agravó por la quema de la vegetación, por lo que debemos trabajar en este punto al corto plazo”, señaló Galíndez. El funcionario realizó estas declaraciones al diario mientras recorría las serranías del Mojotoro apagando los focos que aún persisten. Otros funcionarios, como la municipal Ivette Dousett o el mismo jefe de Operaciones de Defensa Civil, Lucio Ganami, según declaraciones a la prensa, afirman -en cambio- que la situación está controlada. “No es fuego”, aseguró este último a El Tribuno.
Sin embargo, Galíndez anunció que se mantiene el estado de alerta en la ciudad. “Si sopla el viento, como el de hoy (por ayer), el fuego se aviva. Tampoco el clima es alentador. Ante esto seguimos con un alto índice de probabilidad de incendios y nosotros en estado de alerta con guardias permanentes. Estamos con camiones cisternas, aviones hidrantes y personal con tanques de agua tratando de enfriar la zona; vemos que va a ser un trabajo arduo y de mucho tiempo”, aceptó Galíndez sobre la situación.
Pequeños focos
El flamante titular de Ambiente provincial, Gustavo Paul, señaló que “no hay incendios en las características de lo que nos tocó vivir. Sí persisten pequeños focos, que se pueden percibir solamente mirando al cerro. “Este va a ser un trabajo de mucha mano de obra, porque es manual. Hay que recorrer los cerros, hay que buscar los focos y tener en cuenta que en el interior de muchas grietas hay amontonado cantidades importantes de mantillo en una profundidades considerable, donde se mantiene se mantienen incendios de características interiores”, dijo Paul.
Todavía hay que esperar estudios
Según el ingeniero Eduardo de la Zerda, la construcción de soportes en las laderas es imperiosa ante la inminencia de la época de lluvias. “Cuando se aceleran procesos de deterioro de las pendientes, que ya se venía produciendo, los resultados pueden ser catastróficos”, advirtió el especialista.
Para Gustavo Paul, secretario de Ambiente, aún faltan los resultados de estudios hechos para tomar decisiones de esas características. “Se trata de una reserva natural municipal y no es sencillo intervenirlas, ya que pueden generar destrucción de la vegetación del bosque de cobertura. Por eso hay que compatibilizar estas cosas antes de abrir una opinión. Y es fundamental evaluar qué es lo que conviene realizar. No hay que apresurarse en las determinaciones”, señaló el funcionario.