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Lo que dijeron los cuatro imputados al magistrado

Viernes, 28 de septiembre de 2012 21:52

Al ser indagado por el juez Miguel Medina, el subalcaide Jorge Medina Escobar negó los excesos imputados por el interno Luis Aguilar, y afirmó que, desde que egresó como oficial del Servicio Penitenciario, respetó la dignidad y los derechos humanos de todos los internos. Señaló que antes de asumir su función en el penal de Gemes, se desempeñó en la Unidad 7 de Chaco y en la 16 de Cerrillos, sin una denuncia o causa por este tipo de hechos.

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Al ser indagado por el juez Miguel Medina, el subalcaide Jorge Medina Escobar negó los excesos imputados por el interno Luis Aguilar, y afirmó que, desde que egresó como oficial del Servicio Penitenciario, respetó la dignidad y los derechos humanos de todos los internos. Señaló que antes de asumir su función en el penal de Gemes, se desempeñó en la Unidad 7 de Chaco y en la 16 de Cerrillos, sin una denuncia o causa por este tipo de hechos.

El adjutor Hernán Bogado, manifestó al magistrado federal que, como jefe de turno del Sector Masculino de la cárcel de Gemes, no recordaba que Aguilar se encontrara en algún momento en huelga de hambre, haber protagonizado algún incidente con él y mucho menos haber actuado de forma incorrecta como oficial del Servicio Penitenciario.

A su turno, Javier Corregidor, en su condición de subayudante del Complejo Federal Penitenciario del NOA, dijo que en una ocasión Aguilar debió ser trasladado a la enfermería para un control de peso, y que recordaba la presencia de Medina Escobar, Rojas y Bogado junto al interno, a quien hablaron y ayudaron en buenos términos.

Finalmente, el subalcaide Ricardo Rojas declaró que la mañana de los hechos Aguilar necesitaba se llevado a la enfermería, puesto que llevaba varios días en huelga de hambre, y que por razones humanitarias se decidió llamar al enfermero para que viniera con una silla de ruedas a esperarlo en la puerta del pabellón. Dijo que, mientras tanto, junto a Medina Escobar y Bogado subieron a la planta alta y ayudaron a bajar lentamente al recluso, privilegiando su salud, tras lo cual regresaron todos a sus obligaciones.

Con todos estos elementos, el juez Medina dispuso los procesamientos que, una vez más, pusieron a la ciudad de Gemes en el tapete, en relación con el trato a personas privadas de libertad.

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