Repudio, repugnancia e indignación desencadenó un perfil de Facebook con el nombre de “colegialas y calientes. Niñas sexis de Salta”. En el portal se mostraban fotografías de chicas y adolescentes, algunas en bikinis, otras acostadas sobre el césped o sentadas sobre una ventana. “Si veo varios comentarios calientes paso el ‘face’ de cada nena. Comenten”, exponía el creador (hasta ahora anónimo) de la cuenta. Una vez más cayó fuerte la necesidad de avanzar sobre una legislación para los delitos sexuales en la red y una mayor protección integral para los menores.
Durante toda la mañana los salteños y demás internautas criticaron con fuertes palabras e insultos la publicación de imágenes y los comentarios del titular de la cuenta. El Tribuno intentó comunicarse con la Policía pero evitaron dar detalles para impedir que se entorpezca la investigación. En el Ministerio Público tampoco brindaron información.
A las 15, el perfil que había sido creado en diciembre y logró más de 200 seguidores, fue dado de baja por Facebook, tras una avalancha de denuncias de los usuarios.
Pedofilia, robo de identidad, difusión de imágenes sin permiso y hasta apología a la violación de la integridad sexual de niñas y adolescentes. Una cadena de delitos se desprenden de esa cuenta. Y en el país todavía hay vacíos legales ante estos casos.
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Repudio, repugnancia e indignación desencadenó un perfil de Facebook con el nombre de “colegialas y calientes. Niñas sexis de Salta”. En el portal se mostraban fotografías de chicas y adolescentes, algunas en bikinis, otras acostadas sobre el césped o sentadas sobre una ventana. “Si veo varios comentarios calientes paso el ‘face’ de cada nena. Comenten”, exponía el creador (hasta ahora anónimo) de la cuenta. Una vez más cayó fuerte la necesidad de avanzar sobre una legislación para los delitos sexuales en la red y una mayor protección integral para los menores.
Durante toda la mañana los salteños y demás internautas criticaron con fuertes palabras e insultos la publicación de imágenes y los comentarios del titular de la cuenta. El Tribuno intentó comunicarse con la Policía pero evitaron dar detalles para impedir que se entorpezca la investigación. En el Ministerio Público tampoco brindaron información.
A las 15, el perfil que había sido creado en diciembre y logró más de 200 seguidores, fue dado de baja por Facebook, tras una avalancha de denuncias de los usuarios.
Pedofilia, robo de identidad, difusión de imágenes sin permiso y hasta apología a la violación de la integridad sexual de niñas y adolescentes. Una cadena de delitos se desprenden de esa cuenta. Y en el país todavía hay vacíos legales ante estos casos.
La noticia también generó un llamado de atención a los padres. Cada vez más, en la red de redes, los menores suben fotografías en ropa interior o en poses adultas. Así, pueden ser víctimas de robo de identidad o hasta de las redes de trata.
Semanas atrás, desde la Secretaría de Derechos Humanos advirtieron que aumentó la captación de niños a través de las redes sociales.
Con la sanción de la ley nacional 26.388 de 2008, se modificó el artículo 128 del Código Penal para incorporar las prácticas en la web en perjuicio de los niños. La nueva legislación establece prisión de hasta 4 años al que “produjere, financiare, ofreciere, comerciare, publicare, facilitare, divulgare o distribuyere, por cualquier medio, toda representación de un menor dedicado a actividades sexuales explícitas o toda representación de sus partes genitales”.
Entre varios jóvenes y adultos se puso como costumbre intercambiar fotografías o videos privados -algunos eróticos- que luego terminan en la red por un descuido o robo. En octubre de 2012, la diputada nacional Cristina Fiore presentó un proyecto para estas situaciones. Entre los fundamentos expuso que estaban fuera de la legislación actual “los mayores que, sin su consentimiento, son víctimas de la publicación de sus imágenes más íntimas, como consecuencia, por ejemplo, de la pelea con una pareja o mediante el robo o extravío de un celular”. Ante estos casos propuso penas de hasta 5 años.
La legisladora no dejó afuera el robo de identidad. En el proyecto se prevé una pena de hasta $50 mil al que se haga pasar por otra “persona física o jurídica a través de internet o de otros medios electrónicos, de comunicación, a fin de perjudicarla o dañar a terceros. Si el daño se concreta, se fijan hasta 3 años de prisión.
“Es muy difícil ser anónimo”
“Hay muchos mecanismos que permiten identificar qué computadora participa en la red”, afirmó Diego Saravia, ingeniero industrial, especialista en informática y fundador de la Asociación Civil Software Libre Argentina.
Saravia explicó que las compañías telefónicas o de internet tienen que dar la información de inmediato sobre el titular de una cuenta cuando lo exija la Justicia.
¿Es posible encontrar a una persona que delinque a través de la red? ¿Deja rastros? Saravia respondió: “Es muy difícil ser completamente anónimo en internet, al menos que la persona tome recaudos como conectarse en diferentes horarios en un ciber o a través del wi fi de un bar”.
De todas formas, sostuvo que la mayoría de las conexiones se realizan desde las casas y es posible una ubicación física, al igual que el celular. “Todo depende de la capacidad para investigar de la Policía y la Fiscalía”.
Por otra parte, indicó que redes sociales como Facebook y buscadores como Google registran la actividad y los perfiles de los usuarios. “No nos olvidemos que conocen qué personas los siguen porque venden publicidades específicas”.
Los documentos de textos o las imágenes de las cámaras también tienen “un numero único. Entonces hay un montón de rastros”.
“Por un lado está el derecho a circular en forma anónima en internet, pero sin perjudicar a terceros ni delinquir. Tiene que haber un equilibrio ”, reflexionó.