Esta tarde, cuando aceleró en un camino de los más tranquilos, pero no de los más cortos de esta edición del Dakar, Orly dejó atrás el escándalo del año pasado, cuando su navegante Andy Grider pegó un portazo y lo dejó a mitad de camino en Chilecito. Lanzó el lastre que llevaba en su espalda y pudo ser más rápido que todos, completando el recorrido en 3 horas, 57 minutos y 58 segundos, superando al español Nani Roma (Mini) por 2'7'' y al francés Stéphane Peterhansel por 2'19''.
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Esta tarde, cuando aceleró en un camino de los más tranquilos, pero no de los más cortos de esta edición del Dakar, Orly dejó atrás el escándalo del año pasado, cuando su navegante Andy Grider pegó un portazo y lo dejó a mitad de camino en Chilecito. Lanzó el lastre que llevaba en su espalda y pudo ser más rápido que todos, completando el recorrido en 3 horas, 57 minutos y 58 segundos, superando al español Nani Roma (Mini) por 2'7'' y al francés Stéphane Peterhansel por 2'19''.
En el arranque del especial de 353 kilómetros, el que hizo el mejor tiempo al pasar por el WP1 fue Peterhansel. Pero enseguida se encontró con un Orly muy rápido, que al pasar por el segundo punto de control ya había tomado la delantera.
Y no la iba a soltar hasta el final. El mendocino comenzó de a poco a estirar la ventaja sobre Roma, segundo a segundo y aunque Peterhansel amagó con arrimarse y pelearle la punta, el triunfo de Terranova fue inobjetable. Tanto, que hasta aprovechó el especial para descontarle unos minutos al catalán (cuarto) y al ruso Novtiskiy (tercero), sus compañeros en el X-Raid, en la tabla general.
Así, Orly, que debutó en el Dakar en 2005 con una moto (abandonó en la décima etapa), alcanzó un logro inédito para la Argentina, ya que nunca un piloto nacional se había impuesto en una etapa de autos en esta competencia. Ahora, va por el logro de superar la mejor marca de un argentino en la tabla final, que tiene Lucio Alvarez, quinto en la edición 2012.