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Afectado por la inundación

Martes, 15 de enero de 2013 22:12

El sábado y domingo pasado estaba de paseo en una casita, ubicada sobre la ruta nacional 68, a 300 m de la salida de El Carril en dirección a Coronel Moldes. A la siesta, se abatió un fuerte temporal de agua y viento que en menos de dos horas inundó totalmente esa zona y en muy poco tiempo advertimos, junto a mi esposa y su hermana, que debíamos solicitar ayuda porque el peligro de que la pequeña vivienda se inundarse era inminente. Decidimos llamar 9-1-1 y fuimos atendidos por una señorita que me respondió que pasaría el pedido a la Policía y que ellos irían al lugar a auxiliarnos. Cabe aclarar que no se podía abandonar la vivienda en el vehículo en el que habíamos llegado por la imposibilidad de salir del interior del terreno.

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El sábado y domingo pasado estaba de paseo en una casita, ubicada sobre la ruta nacional 68, a 300 m de la salida de El Carril en dirección a Coronel Moldes. A la siesta, se abatió un fuerte temporal de agua y viento que en menos de dos horas inundó totalmente esa zona y en muy poco tiempo advertimos, junto a mi esposa y su hermana, que debíamos solicitar ayuda porque el peligro de que la pequeña vivienda se inundarse era inminente. Decidimos llamar 9-1-1 y fuimos atendidos por una señorita que me respondió que pasaría el pedido a la Policía y que ellos irían al lugar a auxiliarnos. Cabe aclarar que no se podía abandonar la vivienda en el vehículo en el que habíamos llegado por la imposibilidad de salir del interior del terreno.

Como pasaba el tiempo y no teníamos ninguna noticia del socorro, volvimos a llamar al 9-11 con idéntico resultado negativo. Estoy seguro que los llamados están registrados.

Como la situación se agravaba por el agua que bajaba del oeste, decidimos buscar por nuestros propios medios y con la ayuda de niñas vecinas una solución, que se logró al destapar parte de la salida de una compuerta metálica que impedía que al menos gran parte del agua se desplazara por un zanjón ancho, profundo y con muy buen declive hacia el este.

Este trabajo fue complementado con la sacada de todo tipo de basura que arrastra el agua. Conseguimos así que el agua siga drenando y de esa manera se consiguió superar el drama que se avecinaba.

Pero lo peor vino el domingo. A las 14.20 nuevamente cayó otra tormenta, pero con más agua que el sábado. Pese al fracaso del sábado, volvimos a depositar nuestras esperanzas en el 9-1-1 y Defensa Civil, llamando varias veces y siempre con resultado negativo. Hasta que directamente nos comunicamos con la comisaría de El Carril y nos dijeron que nunca les avisaron. Luego se hizo presente un móvil y al verificar in situ la situación solicitaron la presencia de Bomberos Volutarios, quienes por la precariedad de sus recursos nada pudieron hacer, en especial levantar la mencionada compuerta metálica y menos aún tratar de destapar la entrada de la alcantarilla entubada existente en el lugar, que de funcionar adecuadamente habría evitado que la ruta se inunde por completo y que ponga en peligro a viajeros y la vivienda. Lamentable.

A raíz de estas amargas experiencias volvió a mi mente una pregunta que fue publicada por este mismo diario y en la misma sección: ¿Para qué sirven el 9-1-1 y Defensa Civil?

Sería muy largo dar más detalles, pero si algún funcionario quiere mayores datos se los puedo proporcionar, incluyendo fotografías tomadas en el momento y lugar indicado.

No ignoro que la mayor responsabilidad sobre la ruta nacional 68 es de la Nación, como dice el intendente de la Merced, Juan A. Pérez, en la nota publicada (el lunes 14) en la pág. 35 de El Tribuno. También nuestras autoridades y representantes legislativos deben asumir el compromiso de efectuar todas las gestiones necesarias para solucionar este problema, que data de muchos años. Los perjuicios que ocasiona no son solo para los colindantes de la ruta y sus pobladores sino también para los cientos de turistas que visitan nuestra Provincia, cuyo efecto positivo y multiplicador no es necesario explicar.

Este tema también fue abordado por una radio FM local a instancias de mi esposa y otros oyentes que pasaron por la zona viviendo las mismas peripecias. Al mediodía, en la TV, un ingeniero de Vialidad Nacional, reconoció el problema y respondió con la muletilla: “La Nación está estudiando una ruta alternativa, se buscará una solución provisoria”.

Edgardo F. Albarracín
Ciudad

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