Quizá por milímetros no terminó siendo un accidente. En momentos en que el vuelo de la empresa Aerolíneas Argentinas, procedente de Buenos Aires, se disponía a aterrizar ayer tarde en el aeropuerto de Miami, tocó una de sus alas con el que se encontraba por despegar.
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Quizá por milímetros no terminó siendo un accidente. En momentos en que el vuelo de la empresa Aerolíneas Argentinas, procedente de Buenos Aires, se disponía a aterrizar ayer tarde en el aeropuerto de Miami, tocó una de sus alas con el que se encontraba por despegar.
Según la cadena NBC, ayer tarde el incidente se produjo con una aeronave de Air France que se encontraba lista para partir hacia Francia.
Por motivos que aún se tratan de esclarecer, la aeronave argentina golpeó una de sus alas con la cola del que se encontraba en tierra, y gracias a que se desplazaban a baja velocidad no hubo que lamentar heridos.
Marc Henderson, portavoz del Aeropuerto Internacional de Miami, aseguró que el hecho ocurrió a las 17.45 (hora local) en las zonas de embarque J y H, cuando el Airbus argentino golpeó al Boeing 777-300 que estaba listo para volar a París, lo que provocó que ninguna de las dos aeronaves pudiera realizar sus próximos vuelos.
“Esto no es algo que suceda a menudo; no puedo recordar la última vez que tuvimos un choque de dos aviones”, afirmó Henderson.
A los pasajeros procedentes de la Argentina se les permitió descender de la nave, mientras no estaba claro aún si los pasajeros con destino a Francia podrían volar hoy. Debido al incidente, otros vuelos sufrieron atrasos mientras los aviones implicados eran removidos.
Historia peligrosa
El 18 de agosto de 2011 dos aviones, un Airbus de Aerolíneas Argentinas y un Boeing de American Airlines, estuvieron a punto de chocar en el cielo de Florida, Estados Unidos.
Según una investigación de CBS el impacto se frustró de milagro y el hecho se atribuye a una mala maniobra del piloto argentino.
El sitio de la CBS reproduce las imágenes desde la torre de control y es posible escuchar al controlador pidiendo al piloto de Aerolíneas que cancele su maniobra de aterrizaje y suba hasta los 3.000 pies (1.000 metros), pero el comandante de la aeronave tarda en reaccionar. Toda la maniobra se desarrolló en pocos segundos.