El fiscal Eduardo Barrionuevo volvió a apelar el sobreseimiento de Walter Orlando Lasi y el juicio oral contra los tres acusados del asesinato de las universitarias francesas podría sufrir una nueva demora.
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El fiscal Eduardo Barrionuevo volvió a apelar el sobreseimiento de Walter Orlando Lasi y el juicio oral contra los tres acusados del asesinato de las universitarias francesas podría sufrir una nueva demora.
Por lo pronto, en los próximos días serán citados a declarar dos peritos del Cuerpo de Investigadores Fiscales para analizar nuevamente las pericias efectuadas sobre el celular del padre del detenido, procesado y confeso partícipe del doble crimen ocurrido el 15 de julio de 2011 y que alcanzó repercusión mundial. El juez en Feria, Pablo Arancibia, hizo lugar al recurso de apelación presentado por Barrionuevo contra el sobreseimiento dispuesto por el responsable de la instrucción, Martín Pérez y dispuso para la semana que viene audiencias donde se recibirán declaraciones testimoniales de los peritos y se conocerá un informe de las compañías de telefonía celular respecto de la titularidad de distintas líneas telefónicas. Es decir, los declarantes repetirán las explicaciones que dieron a mediados de diciembre al juez Pérez y al fiscal.
La apelación
El doble crimen de San Lorenzo ocurrió hace un año y medio. En pocas semanas, fueron identificados los tres sospechosos que ahora se encuentran procesados, así como algunos familiares, allegados y vecinos que habían quedado involucrados pero que luego resultaron sobreseídos. El celular y la cámara de fotos de las víctimas fueron pruebas decisivas para establecer la hora y la fecha del crimen, y la posible autoría.
La causa está identificada como “doble homicidio calificado criminis causa con abuso sexual agravado y robo calificado en concurso real”. Están procesados por el delito Gustavo Orlando Lasi, Daniel Octavio Eduardo Vilte Laxi y Santos Clemente Vera. En los restos de Cassandre Bouvier y de Houria Moumni se encontraron vestigios de semen de Lasi y de Vera. Este impugnó la prueba pero Lasi confesó la violación y atribuyó el homicidio a los otros acusados.
Walter Orlando Lasi había sido imputado como encubridor del crimen, aunque fue sobreseído del cargo por el vínculo familiar con Gustavo. Cuando la causa estaba a punto de ser elevada a juicio oral, donde en definitiva se establecerán responsabilidades y condenas, Barrionuevo impugnó ese primer sobreseimiento dispuesto por Martín Pérez, por considerar que Lasi padre estaba en el lugar a la hora del doble crimen. El fiscal ponía en duda en ese momento la pericia efectuada por la Brigada de Investigaciones y exigía un examen a cargo del CIF, que depende de la Procuración. Las pericias del CIF descartaron cualquier comunicación entre Walter y los acusados. Para Pérez fue suficiente como para resolver el nuevo sobreseimiento. Barrionuevo, en cambio, quiere precisiones sobre una llamada registrada en una antena telefónica de San Lorenzo, que podría delatar la presencia de Lasi padre en la Quebrada.
Las peleas detrás del CIF
El fiscal Barrionuevo quiere evitar que Walter Orlando Lasi llegue con sobreseimiento firme cuando comience el juicio oral, pero es difícil aislar las demoras con el contexto provincial.
El doble crimen fue horroroso y particularmente dañino para la provincia porque con su tremendo impacto mostró que un lugar paradisíaco como San Lorenzo no tenía suficiente seguridad. La celeridad con que fueron identificados los presuntos asesinos fue aprovechada para exhibir eficiencia en la investigación y disimular, de paso, la ineficiencia en la prevención. Ese “prestigio” recayó en la Policía, lo que generó recelos en el seno del poco prestigiado CIF. Algo parecen tener que ver las demoras que, además, llevan a que el juicio oral tenga lugar en un año electoral. Concretamente, si el caso fuera elevado ahora, la sentencia se conocería en el segundo semestre, en plena campaña. Y su eventual influencia es impredecible.
Un caso que aún conmueve a Salta
El asesinato de Cassandre y Houria ingresó en la historia negra de Salta. El misterio y las sospechas le ganaron espacio a las certezas que brindan un conjunto de pruebas con las cuales fueron procesados los tres sospechosos, incluidas la cámara fotográfica y el celular de las víctimas, y el examen del ADN. Para el juez y para el fiscal no hay dudas.
Sin embargo, la excesiva exposición de las autoridades provinciales que querían hacer valer la rápida detención de los sospechosos estuvo acompañada de rumores, versiones y dudas que, por cierto, no encuentran asidero en el expediente. La mayor de las dudas se asienta en las dos semanas en que los cadáveres permanecieron en el lugar, sin que nadie los viera. Encima, hubo contradicciones entre la primera evaluación, que hablaba de muertes recientes y la pericia posterior, que ubica la fecha 14 días antes del hallazgo, a lo que se agregó la extraña conducta de la propietaria del hostal donde se alojaban.
Faltaba un agravante: el suicidio del investigador Néstor Piccolo, pocos meses después, que alimentó miles de conjeturas.
Dos hechos son ciertos y se los tiene poco en cuenta. El primero, que todos los lugares con atractivos turísticos en el mundo atraen también a los delincuentes. Por otro, que en la provincia, desde un año y medio antes del doble homicidio, se venían registrado episodios de violencia contra turistas. Los extranjeros, por lo general, evitan las denuncias: cuando sufren ataques, suelen irse.
Finalmente: la mayoría de los delitos contra extranjeros tiene por víctimas a mujeres