La Cámara Laboral condenó a un gerente de una importante papelera a indemnizar con 138 mil pesos a su secretaria a raíz de los malos tratos que le profería y que llegaron incluso a que le controlara la cantidad de papel
higiénico que usaba cuando iba al baño.
"El stress sólo es destructivo si es excesivo, por lo que el stress profesional generado por presiones e invasiones múltiples y repetitivas puede desgastar a una persona e incluso conducirla hasta un burn out, es decir una depresión por agotamiento", consideró la Cámara en su fallo.
La secretaria fue indemnizada a raíz de los malos tratos que tenía por parte de su jefe, quien la tildaba de "loca" o
desequilibrada mental", situación que le provocó un cuadro de "reacción vivencial anormal neurótica (RVAN) grado III", y que derivó en una incapacidad del diez por ciento.
La empleada trabajaba en el directorio desde julio de 2008 y su labor "consistía en preparar documentación para bancos, recibir llamados telefónicos, organizar la agenda, coordinar reuniones y viajes".
Ahora, los jueces Gabriela Vázquez y Julio Vilela, de la Sala I de la Cámara Laboral ordenaron que se la indemnice por lo que padeció en su trabajo. Según pericias, la secretaria sufrió una "depresión mayor" que
ameritó que sea tratada por un psiquiatra con ansiolíticos, anticonvulsionantes y antidepresivos.
En el expediente, testigos relataron que el jefe "controlaba todo el tiempo a donde iba, incluso, cuando iba al baño, la cantidad de papel higiénico que usaba".
"Le revisaba el escritorio cuando no estaba, le gritaba delante de todos los empleados" y "le hacía realizar la misma tarea varias veces, para luego hacer revisar lo hecho por ella a otros empleados a fin de desacreditarla", según surge de testigos citados por la Cámara.
La empleada fue despedida por su jefe luego de un incidente en el que éste "le arrancó los cables de la computadora y del teléfono".
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La Cámara Laboral condenó a un gerente de una importante papelera a indemnizar con 138 mil pesos a su secretaria a raíz de los malos tratos que le profería y que llegaron incluso a que le controlara la cantidad de papel
higiénico que usaba cuando iba al baño.
"El stress sólo es destructivo si es excesivo, por lo que el stress profesional generado por presiones e invasiones múltiples y repetitivas puede desgastar a una persona e incluso conducirla hasta un burn out, es decir una depresión por agotamiento", consideró la Cámara en su fallo.
La secretaria fue indemnizada a raíz de los malos tratos que tenía por parte de su jefe, quien la tildaba de "loca" o
desequilibrada mental", situación que le provocó un cuadro de "reacción vivencial anormal neurótica (RVAN) grado III", y que derivó en una incapacidad del diez por ciento.
La empleada trabajaba en el directorio desde julio de 2008 y su labor "consistía en preparar documentación para bancos, recibir llamados telefónicos, organizar la agenda, coordinar reuniones y viajes".
Ahora, los jueces Gabriela Vázquez y Julio Vilela, de la Sala I de la Cámara Laboral ordenaron que se la indemnice por lo que padeció en su trabajo. Según pericias, la secretaria sufrió una "depresión mayor" que
ameritó que sea tratada por un psiquiatra con ansiolíticos, anticonvulsionantes y antidepresivos.
En el expediente, testigos relataron que el jefe "controlaba todo el tiempo a donde iba, incluso, cuando iba al baño, la cantidad de papel higiénico que usaba".
"Le revisaba el escritorio cuando no estaba, le gritaba delante de todos los empleados" y "le hacía realizar la misma tarea varias veces, para luego hacer revisar lo hecho por ella a otros empleados a fin de desacreditarla", según surge de testigos citados por la Cámara.
La empleada fue despedida por su jefe luego de un incidente en el que éste "le arrancó los cables de la computadora y del teléfono".