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La hija de una argentina, entre las víctimas fatales

Lunes, 28 de enero de 2013 20:19

La tragedia de la disco Kiss golpeó a toda América Latina, que inmediatamente expresó su solidaridad con Brasil, y particularmente a la Argentina, por las similitudes con lo ocurrido en el boliche Cromañón, ya que trajo a la memoria las escenas de dolor vividas en 2004. A esto se sumó que ayer se supo que una de las 231 víctimas del incendio en la localidad brasileña de Santa María, era de ascendencia argentina.

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La tragedia de la disco Kiss golpeó a toda América Latina, que inmediatamente expresó su solidaridad con Brasil, y particularmente a la Argentina, por las similitudes con lo ocurrido en el boliche Cromañón, ya que trajo a la memoria las escenas de dolor vividas en 2004. A esto se sumó que ayer se supo que una de las 231 víctimas del incendio en la localidad brasileña de Santa María, era de ascendencia argentina.

Natasha Urquiza, estudiante de la Universidad Federal de Santa María (UFSM), de 19 años, era de nacionalidad brasileña, pero su madre es oriunda de la provincia de Entre Ríos. La joven mantenía un contacto estrecho con su familia argentina y había veraneado junto a ellos sólo “un mes atrás”, explicó su primo Rafael Liberatori.

“Natasha nació en Brasil. Los padres hace muchos años que viven allá”, aclaró Liberatori.

Las autoridades diplomáticas confirmaron también que no hay argentinos entre los 231 muertos en el incendio.

Según las primeras investigaciones, el incendio comenzó cuando uno de los integrantes de la banda “Gurizada Fandagueira”, lanzó un artefacto pirotécnico cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo. También contribuyeron a la tragedia el pánico provocado por la rápida expansión de la humareda y la decisión de los guardias de cerrar las puertas para evitar que el público saliera sin pagar.

El recuerdo vivo de Cromañón

Los familiares de las víctimas del incendio ocurrido en el barrio porteño de Once en 2004 en la discoteca República de Cromañon donde murieron 194 personas, expresaron ayer su solidaridad con los padres y amigos de los 231 jóvenes fallecidos en similares circunstancias en una discoteca de Brasil.

La asociación Familias por la Vida destacó en un comunicado la similitud entre dos “tragedias no naturales provocadas por la ambición y la corrupción” y señaló que ambas se desencadenaron por el uso de pirotecnia en lugares cerrados que, además, no contaban con las medidas de seguridad requeridas.

“Nos despertamos con las imágenes del horror que nos trasladaron indefectiblemente al 30/12/04 (fecha del incendio en Cromañon)”, rememoraron los familiares. “Volvemos a expresar con suma tristeza y con profunda convicción que la corrupción mata, que las bengalas matan, que matan los músicos y empresarios ambiciosos, como matan los políticos corruptos”, afirmó la asociación.

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