La cordobesa Micaela Becker se salvó de quedar envuelta en la tragedia de Brasil en la que murieron 232 personas, al desistir de ir a la fiesta universitaria en la discoteca Kiss que se incendió. “Estaba en nuestros planes ir a la discoteca Kiss porque se realizaba una fiesta universitaria y tocaban dos bandas. Pero algunos compañeros y yo estábamos cansados y decidimos quedarnos. Otros se fueron a otro boliche”, contó a la Voz del Interior Micaela, una estudiante de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Córdoba que realiza un intercambio en la ciudad de Santa María desde agosto de 2012.
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La cordobesa Micaela Becker se salvó de quedar envuelta en la tragedia de Brasil en la que murieron 232 personas, al desistir de ir a la fiesta universitaria en la discoteca Kiss que se incendió. “Estaba en nuestros planes ir a la discoteca Kiss porque se realizaba una fiesta universitaria y tocaban dos bandas. Pero algunos compañeros y yo estábamos cansados y decidimos quedarnos. Otros se fueron a otro boliche”, contó a la Voz del Interior Micaela, una estudiante de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Córdoba que realiza un intercambio en la ciudad de Santa María desde agosto de 2012.
“Yo estoy muy asustada realmente. Apenas me enteré se me vino a la cabeza aquellas imágenes de Cromañon. El hecho fue igual”, agregó conmocionada.
La estudiante explicó que en la discoteca se desarrollaba una fiesta organizada por alumnos de la Facultad de Ciencias Rurales de la Universidad Federal de Santa María y que este tipo de eventos se realiza para recaudar fondos para la fiesta de egresados.
“Nos enteramos de la tragedia a las 7.30 porque nos empezaron a llamar nuestros compañeros para saber si estábamos bien. Pero ninguno de los intercambistas fuimos ahí”, explicó.
En Santa María hay seis argentinos de intercambio, dos chicas de Córdoba (entre ellas Micaela), una de Santo Tomé y otro de Casilda (Santa Fe), una chica de La Plata y uno de Chaco.
Micaela relató que la mayoría de los boliches de esa localidad son inseguros: “tienen entradas pequeñas, pocas salidas y mucha gente. Incluso hace unas semanas clausuraron el boliche del Centro de Estudiantes de la universidad porque era un sótano con una pequeña puerta de salida”.
La cordobesa explicó que apenas sucedió la noticia, las redes sociales se convirtieron en nexo para encontrar a amigos y conocidos y para saber si estaban bien. “Se difundieron listas de heridos, fotos de estudiantes, para que todos pudieran encontrar a sus conocidos. También se movilizó una campaña de donación de sangre para ayudar a los heridos. Toda la sociedad de Santa María está realmente asombrada y dolida”, contó Micaela.
“Estamos todos con dolor y asustados, porque pensamos que podríamos haber sido nosotros”, concluyó.