Un verdadero escándalo. El asado de fin de año que el ministro de Justicia Julio Alak organizó en el predio de la ex Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) despertó el repudio de dirigentes de la oposición, que se sumaron al rechazo que manifestaron ex detenidos de ese centro clandestino, quienes pidieron la renuncia del funcionario nacional.
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Un verdadero escándalo. El asado de fin de año que el ministro de Justicia Julio Alak organizó en el predio de la ex Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) despertó el repudio de dirigentes de la oposición, que se sumaron al rechazo que manifestaron ex detenidos de ese centro clandestino, quienes pidieron la renuncia del funcionario nacional.
Alak no tuvo mejor idea que organizar el 27 de diciembre pasado un festejo en la ex sede de la ESMA, principal centro clandestino de detención durante la última dictadura militar. La acción generó malestar y fue tomado como una falta de respeto por sobrevivientes y familiares de las víctimas. El hecho fue denunciado por la organización de derechos humanos “Hermanos de Desaparecidos por Verdad y Justicia”. A ellos se les sumaron la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos, quienes reclamaron ayer la renuncia de Alak y señalaron que el asado fue vivido como una “falta de respeto”.
“Repudiamos, llenos de indignación e indescriptible dolor, el asado y brindis para despedir el año que el ministro de Justicia, Julio César Alak, realizara el 27 de diciembre de 2012 a las 12 horas en el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio ex-ESMA”, manifestaron desde una de las organizaciones.
Los “asaditos” en la ESMA
El sobreviviente de la ESMA Carlos Carlos Lordkipanidse explicó con detalles a qué llamaban los marinos “asaditos” en el centro clandestino de detención durante la dictadura.
Según dijo, aquellos prisioneros que morían durante las sesiones de tortura antes de los miércoles, día en que eran trasladados para los vuelos de los muerte, eran cremados en una parrilla y luego se eliminaba el cuerpo.
Los cuerpos ya fallecidos no eran arrojados de los aviones al río de La Plata porque flotaban y, por ende, podían volver a la costa, explicó Lordkipanidse, quien sostuvo que la terminología “asadito” fue ventilada por la innumerable cantidad de sobrevivientes en los distintos juicios a genocidas a lo largo y ancho del país.
La oposición furiosa
La oposición, sin dar lugar a dudas pidió la renuncia del funcionario.
Así es que la diputada del Frente Amplio Progresista Margarita Stolbizer pidió la renuncia del funcionario y se preguntó: “¿Qué esperan para echar a patadas a Alak?”.
Por su parte, el senador radical Ernesto Sanz se sumó a las voces que condenaron el evento del funcionario. “El asado de Alak no es más que una confirmación: para el kirchnerismo los derechos humanos son una excusa, no una convicción”.
También desde la UCR se manifestó el diputado Manuel Garrido, quien en un comunicado señaló: “Este acontecimiento no puede quedar impune y es necesaria una demostración pública de arrepentimiento del ministro Alak”.
Desde el Pro, el diputado Julián Obiglio tuiteó: “Relato K: los derechos humanos son lo más importante. Realidad K: hago asados y brindo sobre el mismo piso que torturaron a seres humanos”.
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