“Aunque me hayan cerrado las puertas en Rosario de la Frontera no van a acallar mi sed de justicia. Es mi hija, es ella quien me resaltó lo sucedido, es ella la que padeció la violación en banda de quienes se llamaban sus amigos, es ella la que da la cara valientemente. Es ella la que sigue estudiando a pesar de todo, de los dedos inquisidores y de las palabras hirientes con las que es tratada a diario”, se quejó amargamente su madre.
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“Aunque me hayan cerrado las puertas en Rosario de la Frontera no van a acallar mi sed de justicia. Es mi hija, es ella quien me resaltó lo sucedido, es ella la que padeció la violación en banda de quienes se llamaban sus amigos, es ella la que da la cara valientemente. Es ella la que sigue estudiando a pesar de todo, de los dedos inquisidores y de las palabras hirientes con las que es tratada a diario”, se quejó amargamente su madre.
“Cómo no voy a creer en quien jamás se escondió ni mintió en nada en todo lo que le pasó. Ella dijo en sede policial que en esa reunión estuvieron Fernando Cobos, Franco González, Carlos González, Lucas Santillán y Franco Tolaba. Mi hija aseguró que recuerda cuando era abusada por Carlos y Fernando González. También que cuando despertó Fernando Cobos la estaba violando ante los ojos de los demás presentes, y aún así nadie le creyó”, contó indignada.
“Voy a acampar en Salta hasta que el gobernador me reciba, hasta que me den garantías de justicia, y le voy a decir en su cara que en Rosario de la Frontera los delitos no se resuelven, se arreglan”, aseguró.
“Allí los presos se autolesionan hasta morir, las violaciones son cosas de chicos, que pasa el tiempo y se olvidan y otras tantas cosas que me avergenzan recordar. Justicia es lo que vine a buscar”, finalizó.