Una profunda tristeza. En medio de la bronca y el dolor de sus familiares y amigos, ayer fueron inhumados los restos de Araceli Ramos, la joven de 19 años que luego de estar desaparecida más de diez días, apareció anteayer estrangulada y atada con alambres en una bolsa de residuos. Paralelamente, y derivado de este crimen, la Policía prosigue con los rastrillajes para intentar encontrar a Aída Amoroso, la dueña de la casa a la que fue citada Araceli el día que desapareció por Walter Vinader, el único detenido por el hecho.
Con grandes muestras de dolor de sus familiares, amigos y compañeros de la Escuela Media 10 de Loma Hermosa, la chica fue enterrada a las 14 en el cementerio de Pablo Podestá, en un ceremonia íntima a la que se pidió que no accedieran los medios de prensa. Media hora antes, en la puerta de la casa velatoria, Griselda, la mamá de Araceli, recibió abrazos y la contención de los presentes, mientras que lo único que se escuchaba por parte de la gente era el reclamo de “justicia” y “perpetua” para el asesino.
A las 13.30, partió una caravana desde la cochería Paraná de Pablo Podestá, rumbo al cementerio, pero previamente un familiar pidió a la prensa que no se filmara ni concurrieran los periodistas porque querían “algo muy íntimo”.
El velatorio de la chica había comenzado anteanoche y al mismo asistió el jefe de la Policía bonaerense, comisario general Hugo Matzkin, quien se acercó a saludar a la familia.
Julieta, una compañera de la víctima, contó que “pasó mucha gente por la casa velatoria para despedir a un chica excelente y muy querida por todos”.
“No lo podemos creer, parece una pesadilla. Teníamos la esperanza de que apareciera con vida, pero pasó lo peor. El asesino no tiene que salir más de la cárcel, no tiene cura”, afirmó la joven entre lágrimas.
“La noticia dejó frío a todo el país y el crimen de Araceli tiene que servir para que esto no le pase a otras chicas”, agregó.
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Una profunda tristeza. En medio de la bronca y el dolor de sus familiares y amigos, ayer fueron inhumados los restos de Araceli Ramos, la joven de 19 años que luego de estar desaparecida más de diez días, apareció anteayer estrangulada y atada con alambres en una bolsa de residuos. Paralelamente, y derivado de este crimen, la Policía prosigue con los rastrillajes para intentar encontrar a Aída Amoroso, la dueña de la casa a la que fue citada Araceli el día que desapareció por Walter Vinader, el único detenido por el hecho.
Con grandes muestras de dolor de sus familiares, amigos y compañeros de la Escuela Media 10 de Loma Hermosa, la chica fue enterrada a las 14 en el cementerio de Pablo Podestá, en un ceremonia íntima a la que se pidió que no accedieran los medios de prensa. Media hora antes, en la puerta de la casa velatoria, Griselda, la mamá de Araceli, recibió abrazos y la contención de los presentes, mientras que lo único que se escuchaba por parte de la gente era el reclamo de “justicia” y “perpetua” para el asesino.
A las 13.30, partió una caravana desde la cochería Paraná de Pablo Podestá, rumbo al cementerio, pero previamente un familiar pidió a la prensa que no se filmara ni concurrieran los periodistas porque querían “algo muy íntimo”.
El velatorio de la chica había comenzado anteanoche y al mismo asistió el jefe de la Policía bonaerense, comisario general Hugo Matzkin, quien se acercó a saludar a la familia.
Julieta, una compañera de la víctima, contó que “pasó mucha gente por la casa velatoria para despedir a un chica excelente y muy querida por todos”.
“No lo podemos creer, parece una pesadilla. Teníamos la esperanza de que apareciera con vida, pero pasó lo peor. El asesino no tiene que salir más de la cárcel, no tiene cura”, afirmó la joven entre lágrimas.
“La noticia dejó frío a todo el país y el crimen de Araceli tiene que servir para que esto no le pase a otras chicas”, agregó.
Apareció Micaela Marcozzi
Sana y salva. Micaela Marcozzi, una adolescente de 17 años que se encontraba desaparecida en La Plata desde el último martes, fue hallada ayer en un domicilio de Rincón de Milberg, una localidad ubicada en una de las islas de Tigre, en la zona norte del Gran Buenos Aires.
Trascendió que después de una serie de actividades operativas técnicas y de comunicación la Policía pudo dar con el paradero de la joven, quien se habría ausentado de su casa por decisión propia.
“Micaela apareció en buenas condiciones de salud”, señaló la Policía.
Si bien la adolescente adujo que llegó al lugar por sus propios medios, no se descarta ninguna hipótesis a partir de datos que puedan surgir de la declaración que se le tomará en las próximas horas.
La chica faltaba de su casa desde el último martes a la mañana, cuando su mamá la había dejado en la puerta de la escuela a la que concurre, en la esquina de 7 y 59 de la capital bonaerense.
Hallan restos óseos en González Catán
Durante los intensos operativos realizados en el marco de la búsqueda de Aída Amoroso (81), la dueña de la casa de la calle Puán 3754 de Caseros a la que había sido citada Araceli Ramos a una supuesta entrevista laboral, ayer se hallaron restos óseos en el cementerio Jardín de los Ceibos de González Catán, los cuales fueron remitidos a la morgue policial de La Matanza para ser analizados, aunque en principio se cree que no son humanos.
Los huesos estaban en avanzado estado de descomposición dentro de una bolsa plástica y fueron encontrados enterrados debajo de una antena de una empresa telefónica de esa zona del partido de La Matanza.
En el lugar trabajó un grupo interdisciplinario de la Policía Bonaerense. Los investigadores contaban con diferentes pistas que indicaban que el único detenido por el caso de Araceli, el exsuboficial de Prefectura Naval Walter Vinader (38) pudo haber arrojado el cuerpo de Amoroso en ese lugar, según se desprende del testimonio de un remisero que dijo que lo llevó hasta ese lugar.
Los investigadores creen que Vinader pudo haber asesinado a Amoroso, desaparecida desde el 20 de agosto, para apropiarse de su vivienda y haberse deshecho del cuerpo.