El boxeador argentino Sergio Martínez fue recibido hoy por el Papa Francisco en el Vaticano, en un encuentro en el que “Maravilla” le mostró su cinturón de campeón y conversaron sobre algunos temas, como violencia doméstica y bullying.
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El boxeador argentino Sergio Martínez fue recibido hoy por el Papa Francisco en el Vaticano, en un encuentro en el que “Maravilla” le mostró su cinturón de campeón y conversaron sobre algunos temas, como violencia doméstica y bullying.
Martínez, campeón mundial de peso mediano en el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), compartió con el Sumo Pontífice algunas opiniones sobre violencia de género y los adolescentes en las escuelas, temas en los que “Maravilla” está comprometido y hace campañas.
Además, Martínez le obsequió a Francisco el cinturón que incluía una foto del boxeador y el escudo argentino de un lado, y una del Papa y el escudo del Vaticano en el otro. El púgil de Quilmes, de 38 años, confesó que tenía como sueño conocer al líder de la Iglesia Católica.
“En dos meses voy a cumplir dos grandes aspiraciones que tenía como creyente: visitar la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en México y ser recibido por el Papa. Le pediré bendiciones y protección espiritual para todos los que entran en el ring”, explicó el campeón, antes de llegar a Roma.