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Arabia Saudita rechazó lugar en el Consejo de Seguridad

Sabado, 19 de octubre de 2013 03:01

Arabia Saudita rechazó ayer su asiento como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, que le fue otorgado el jueves, por considerar que ese organismo tiene una política de ‘‘doble rasero’’ o de desigualdad y carece de eficacia para lograr sus fines.
Así lo anunció la Cancillería saudita a través de un comunicado en el que, sin embargo, agradeció a los países que confiaron su voto para que se desempeñe como miembro del Consejo de Seguridad durante el período 2014-2015.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aclaró que la petromonarquía no presentó aún la renuncia oficial al puesto, y espera seguir trabajando con ese país. Sin embargo, Rusia urgió al reemplazo de Arabia Saudita como representante de la región Asia-Pacífico.
El comunicado de Riad señala que ‘‘Arabia Saudita considera que la forma, los mecanismos de trabajo y la actual política de doble rasero en el Consejo de Seguridad impiden que este cumpla con sus deberes y afronte su responsabilidad de la forma adecuada para mantener la seguridad y la paz’’.
Para la monarquía árabe, esta situación ‘‘afectó la seguridad y la paz, amplió la injusticia en los pueblos, usurpó sus derechos y extendió los conflictos y guerras en diversas zonas del mundo’’.
Ban, tras salir de una sesión del Consejo, convocó ‘‘a todos los Estados miembro a cooperar con todos los órganos de la ONU mientras continúan trabajando para mejorar los métodos de trabajo de las Naciones Unidas’’ en la misma oportunidad en que hizo notar que Riad aún no había presentado su renuncia formal.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia -uno de los cinco países con poder de veto en el Consejo de Seguridad- cuestionó la decisión de Arabia Saudita y criticó ‘‘las acusaciones sobre el manejo del Consejo de Seguridad en el marco del conflicto sirio, después de que el órgano aprobara una resolución por unanimidad’’.
‘‘Con esta decisión, Arabia Saudita se distanció del trabajo en conjunto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para garantizar la paz y seguridad internacional’’, indicó el comunicado del ministerio, que urgió a elegir un reemplazo de Arabia Saudita como representante por la región Asia-Pacífico.
Pero el reino árabe lamentó que los esfuerzos internacionales de los últimos años no hayan logrado introducir las reformas requeridas para que el Consejo de Seguridad recupere su papel al servicio de la seguridad y la paz mundiales.
El comunicado pone como ejemplo de su ineficacia la irresolución -tras 65 años- de la causa palestina, la continuada presencia de armas de destrucción masiva en Medio Oriente, y la ausencia de sanciones disuasorias al gobierno sirio que, afirma, pudo así ‘‘asesinar a su pueblo y aniquilarlo con armas químicas, a la vista y oído de todo el mundo’’.
La denuncia sobre Siria se da después de un ataque con armas químicas ocurrido en la periferia de Damasco, donde ni la ONU ni Médicos sin Fronteras no pudieron determinar quién fue el autor.

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Arabia Saudita rechazó ayer su asiento como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, que le fue otorgado el jueves, por considerar que ese organismo tiene una política de ‘‘doble rasero’’ o de desigualdad y carece de eficacia para lograr sus fines.
Así lo anunció la Cancillería saudita a través de un comunicado en el que, sin embargo, agradeció a los países que confiaron su voto para que se desempeñe como miembro del Consejo de Seguridad durante el período 2014-2015.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aclaró que la petromonarquía no presentó aún la renuncia oficial al puesto, y espera seguir trabajando con ese país. Sin embargo, Rusia urgió al reemplazo de Arabia Saudita como representante de la región Asia-Pacífico.
El comunicado de Riad señala que ‘‘Arabia Saudita considera que la forma, los mecanismos de trabajo y la actual política de doble rasero en el Consejo de Seguridad impiden que este cumpla con sus deberes y afronte su responsabilidad de la forma adecuada para mantener la seguridad y la paz’’.
Para la monarquía árabe, esta situación ‘‘afectó la seguridad y la paz, amplió la injusticia en los pueblos, usurpó sus derechos y extendió los conflictos y guerras en diversas zonas del mundo’’.
Ban, tras salir de una sesión del Consejo, convocó ‘‘a todos los Estados miembro a cooperar con todos los órganos de la ONU mientras continúan trabajando para mejorar los métodos de trabajo de las Naciones Unidas’’ en la misma oportunidad en que hizo notar que Riad aún no había presentado su renuncia formal.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia -uno de los cinco países con poder de veto en el Consejo de Seguridad- cuestionó la decisión de Arabia Saudita y criticó ‘‘las acusaciones sobre el manejo del Consejo de Seguridad en el marco del conflicto sirio, después de que el órgano aprobara una resolución por unanimidad’’.
‘‘Con esta decisión, Arabia Saudita se distanció del trabajo en conjunto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para garantizar la paz y seguridad internacional’’, indicó el comunicado del ministerio, que urgió a elegir un reemplazo de Arabia Saudita como representante por la región Asia-Pacífico.
Pero el reino árabe lamentó que los esfuerzos internacionales de los últimos años no hayan logrado introducir las reformas requeridas para que el Consejo de Seguridad recupere su papel al servicio de la seguridad y la paz mundiales.
El comunicado pone como ejemplo de su ineficacia la irresolución -tras 65 años- de la causa palestina, la continuada presencia de armas de destrucción masiva en Medio Oriente, y la ausencia de sanciones disuasorias al gobierno sirio que, afirma, pudo así ‘‘asesinar a su pueblo y aniquilarlo con armas químicas, a la vista y oído de todo el mundo’’.
La denuncia sobre Siria se da después de un ataque con armas químicas ocurrido en la periferia de Damasco, donde ni la ONU ni Médicos sin Fronteras no pudieron determinar quién fue el autor.

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