Horas antes de comenzar la veda, en la madrugada del viernes se produjo una nueva pelea entre pegatineros que terminó en una batalla campal con todos los condimentos: disparos de armas de fuego, persecuciones salidas de un show televisivo, heridos, menores involucrados y 27 personas demoradas.
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Horas antes de comenzar la veda, en la madrugada del viernes se produjo una nueva pelea entre pegatineros que terminó en una batalla campal con todos los condimentos: disparos de armas de fuego, persecuciones salidas de un show televisivo, heridos, menores involucrados y 27 personas demoradas.
El hecho ocurrió en pleno centro de la capital salteña, en Mendoza y Pellegrini, pasadas las 3 de la mañana. Dos vehículos involucrados en el episodio violento fueron detenidos por la policía, el primero una traffic donde encontraron a 22 personas, además de bates de béisbol, cuchillos y cajas de vino, y los carteles de los candidatos que llevaban no se dieron a conocer.
Una vez que llegaron los móviles policiales alertados por la situación denunciada por vecinos, el otro vehículo involucrado, un Volkswagen Bora, debió ser perseguido por la policía desde San Martín y Lerma hasta barrio Castañares, donde chocó contra un vehículo policial y 5 efectivos resultaron heridos.
Por el violento episodio la policía demoró a 27 personas, 13 de ellas menores de edad que rápidamente recuperaron su libertad luego de identificarse.
Una campaña violenta
Los hechos de violencia entre pegatineros fue una constante durante las 3 campañas que pasaron en la provincia.
Cabe recordar que días atrás grupos de pegatineros pertenecientes a los candidatos a senadores nacionales Juan Carlos Romero y Rodolfo Urtubey se enfrentaron sobre avenida San Martín y fueron reprimidos con balas de goma. Los 11 pegatineros del grupo de Romero están detenidos en la Alcaidía de Ciudad Judicial y los dos vehículos en los que se movilizaban fueron secuestrados y depositados en la Comisaría 5.
Según había relatado por esos días Carlos Marín, el empresario que brinda servicios para campañas políticas, ese problema “arrancó hace varios días en Tartagal”.
El empresario afirmó que le llamaba la atención como la Brigada custodiaba a los pegatineros oficialistas, además de contar con contacto directo con algunos funcionarios provinciales.