La tensión continúa en ebullición entre Argentina y Uruguay y ahora se suma el cierre de la frontera. El Gobierno del presidente José Mujica decidió no dejar pasar a los asambleístas argentinos que tenían previsto marchar mañana hacia la localidad de Fray Bentos para protestar contra la ampliación del cupo de producción a favor de la papelera UPM (ex-Botnia).
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La tensión continúa en ebullición entre Argentina y Uruguay y ahora se suma el cierre de la frontera. El Gobierno del presidente José Mujica decidió no dejar pasar a los asambleístas argentinos que tenían previsto marchar mañana hacia la localidad de Fray Bentos para protestar contra la ampliación del cupo de producción a favor de la papelera UPM (ex-Botnia).
De esta manera, según informó la prensa montevideana, solo se permitirá ingresar a ese país al intendente de Gualeguaychú, Juan Bahillo, y a tres asambleístas, luego de una medida acordada junto el intendente de la ciudad uruguay de Río Negro, Omar Lafluf.
“El Gobierno pretende adoptar en Río Negro una serie de medidas de seguridad de bajo perfil. Entre ellas impedir el ingreso de activistas en masa por el puente Fray Bentos-
Puerto Unzué y el despliegue de lanchas en el lado uruguayo del río Uruguay. Evitará, por el momento, desplegar soldados para cuidar la planta”, agregó.
Lo cierto es que en medio de una escalada de tensión por la papelera, la Prefectura Nacional Naval uruguaya dispuso también el alerta en costas del río Uruguay ante posibles incursiones sorpresivas de activistas argentinos y armará un dispositivo de seguridad para mañana para evitar que la marcha de ambientalistas cruce el puente hacia Uruguay.
La fuerza naval ordenó el refuerzo de la dotación de personal en el puente y desplegará embarcaciones como presencia disuasiva en el lado uruguayo del río Uruguay.
Unos 100 guardias marinos serán enviados a distintas áreas del puente y reforzadas con patrullas de varias embarcaciones.
Cabe destacar que en esta oportunidad la asamblea de Gualeguaychú no resolvió incursiones sorpresivas en lanchas como las realizadas en el 2006, 2007 y 2010.
Por su parte, la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú advirtió ayer que el Gobierno uruguayo incurriría en “un atropello a las relaciones internacionales” si no dejara ingresar a todos los ambientalistas entrerrianos que prevén cruzar la frontera mañana.
Según destacó Jorge Fritzler, uno de los representantes de los asambleístas, “será una manifestación pacífica” y reclamó “conocer el motivo” por el cual la administración de Mujica permitirá sólo el paso al país vecino del intendente de Gualeguaychú y tres personas más.
Pero además continuaron los cruces. Mientras el senador oficialista Aníbal Fernández consideró ayer que con la decisión de Mujica, “se vuelve a modificar la calidad del agua” en el río Uruguay.
“No solo no estamos de acuerdo porque están violando el tratado del río Uruguay, sino que además esta decisión ni siquiera coincide con lo que dijo en un primer momento la sentencia de la Corte Internacional de La Haya”, dijo Fernández.
Y desde el otro lado del río, el expresidente uruguayo Julio María Sanguinetti consideró que “la gente de Gualeguaychú está confundida o mal informada sobre el tema”, al defender la postura de Mujica sobre la situación jurídica de la pastera UPM (ex-Botnia).
La UPM va por más toneladas
El gerente general de UPM (ex-Botnia), Ronald Beare, ratificó que el objetivo de la compañía es ampliar la producción de la planta instalada en Fray Bentos hasta 1,3 millones, cien mil toneladas más de las autorizadas por el gobierno de José Mujica. “Es la solicitud de la empresa y autorizada por le Gobierno”, dijo Beare.
Comparación de Mujica
El presidente uruguayo, José Mujica, advirtió ayer que la contaminación que arrojan al Río de la Plata las ciudades de Buenos Aires y Montevideo es “un desastre” y aseguró que los integrantes de la pastera UPM (ex-Botnia) saben muy bien que “tienen que cuidar el medio ambiente porque no quieren matar la gallina de los huevos de oro”.