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La corporación

Lunes, 07 de octubre de 2013 03:50

Es recurrente el uso del término “corporación” por parte del oficialismo.

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Es recurrente el uso del término “corporación” por parte del oficialismo.

Hablan reiteradamente de ella, pero lo particular del tema es que cuando lo hacen, es casi con exclusividad contra la llamada “corporación del grupo Clarín”.

No es para nada intención de ningún tipo de defensa de tal corporación, todo lo contrario. Lo paradójico es que el oficialismo denostando tal término, no tiene ningún problema y se enorgullece de negociar con todo tipo de “corporaciones”. Revalidando el concepto que no hay “ni buenos ni malos” sino, “poderosos y débiles”.

Negocian con corporaciones poderosísimas tales como: Telefónica, Barrich Gold, Monsanto, Chevron, British Petroleum, o grupos financieros que participan desde la dictadura militar en el endeudamiento y saqueo de nuestro país, como Citibank, Barclays, Deutsche Bank, JP Morgan, etc.

YPF y Dow Chemical

Luego de la abdicación soberana total y sumisión a los dictados y cláusulas “secretas” con Chevron, Miguel Galuccio se apresta a repetir un acuerdo similar con la multinacional petroquímica más importante del mundo: Dow Chemical.

Dow no produce energía, sino que está centrada en insumos químicos y derivados industriales.

Por el mismo YPF le cedería la explotación de El Orejano, en Vaca Muerta (Neuquén), para producir el gas no convencional, shale gas.

Las cifras no se saben. Son secretas. La jurisdicción en caso de controversias, donde siempre se resguarda el interés extranjero, tampoco.

Solo se informó que perforarían 16 pozos, que producirían 3 millones de m3 por día.

Ya se firmaron memorándums de entendimiento entre Galuccio y James Fitterling en el que desborda una abundante “hojarasca dialéctica” sobre lo conveniente para el desarrollo argentino.

Los antecedentes de Dow Chemical como gran contaminante no admite discusión alguna. En este caso solo interesa el negocio a realizar, lo demás son “detalles” que no hace falta considerar.

Por otra parte, Down Chemical forma parte accionaria de las petroleras que operan en Malvinas como Rockhopper, Desiree Petroleum, Falkland Oil and Gas, Borders & Southern Petroleum, violando ostensiblemente la ley 26659, que establece las condiciones en la explotación y exploración en nuestra plataforma submarina.

De tal manera, YPF violaría en forma expresa una ley votada por la gran mayoría parlamentaria, mostrando una vez más como mediante el palabrerío oficialista se pretende ocultar la realidad de negociaciones secretas y posibles nuevos sometimientos jurisdiccionales que resulten una verdadera afrenta a la dignidad de nuestro país. (Alejandro Olmos Gaona: “Los acuerdos de hidrocarburos”).

La disparidad oficialista entre los “ estridentes dichos soberanos” y los “concretos actos” de atroz y denigrante dependencia, es la constante que día a día ya no nos sorprende.

Son los pasos que diera Menem en el canje de “empresas argentinas por deuda”, y que ahora Cristina se encuentra encaminada a un megacanje de “deuda por territorio” (tierras fiscales y/o activos provinciales), acorde a los 17 puntos que en 2002 el miembro de la CIA Norman Bailey recomendaba al entonces presidente Eduardo Duhalde. (Cronista Comercial 18 marzo 2002).

Ya se cumplió el punto 2 de “emisión de bonos atados al PBI”, quedan los restantes.

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