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El auto comprado en cuotas, un refugio muy elegido

Domingo, 10 de noviembre de 2013 02:58

La compra de un auto 0km es una de las alternativas que más utilizan los pequeños ahorristas al momento de buscar un refugio para sus pesos excedentes en el mes o para concretar la decisión de ahorrar un porcentaje de sus ingresos.

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La compra de un auto 0km es una de las alternativas que más utilizan los pequeños ahorristas al momento de buscar un refugio para sus pesos excedentes en el mes o para concretar la decisión de ahorrar un porcentaje de sus ingresos.

“Los argentinos no ven al auto como un consumo sino como la compra de un activo”, dijo a El Tribuno Carlos Galmarini, director de Relaciones Institucionales de Ford Argentina.

En efecto, más allá de quienes deciden comprar un auto como bien de uso, están también los pequeños inversores que adhieren a planes de autoahorro como una forma de acumular un capital que luego utilizarán para una inversión mayor.

Por ejemplo: hay adherentes que luego de pagar sus cuotas durante los primeros dos o tres años venden los planes -adjudicados o no-, o si ya retiraron el vehículo lo entregan -aún con deuda o cancelado- como parte de pago de un bien mayor. En general, la opción suele ser la compra de un inmueble (casa, departamento, terreno, cochera, etc.) y, en menor medida, como parte de la inversión para iniciar un emprendimiento particular o en sociedad.

El plan de ahorro “le permite a la gente congelar el precio del auto en cada cuota que paga y, a la vez, ir ahorrando para el futuro”, añadió Galmarini.

La contrapartida de este esquema de financiamiento de vehículos la tiene la industria: pactar determinada cantidad de unidades con antelación da mayor previsibilidad a las ventas hacia adelante. “Son futuros clientes que ya están comprando su unidad en cuota”, remarcó.

Mes a mes

La industria automotriz transita años de bonanza en la Argentina. El sector prevé terminar este año con 500.000 planes de ahorro vendidos, con 920.000 autos vendidos/patentados (ya sea financiados o pagados al contado) y una producción de 780.000 unidades de las cuales el 54 por ciento se exporta. Estos números superan los de años anteriores dentro de una industria que se muestra con una curva evolutiva ascendente.

En el mercado interno, el auto ganó terreno en los últimos cuatro o cinco años porque se redujo su precio en relación con los sueldos en casi un 30 por ciento. En 2008 un trabajador debía invertir 22 sueldos para ser propietario de un vehículo, ahora se requieren 15,5 sueldos para hacer la misma operación.

Además, la oferta está lo suficientemente diversificada como para ingresar a un plan, por ejemplo de un Fiat Uno Fire (uno de los más barato del mercado), con cuotas que arrancan en los 650 pesos y luego promediarán los 800 pesos en la mayor parte de un esquema de financiación del 70% del valor del auto en 84 cuotas (el 30% restante debe ser abonado de contado por el comprador). Autos de una gama superior se venden en cuotas iniciales de unos $1.000.

Para más, acceder a un plan hoy es tan simple que el comprador sólo debe presentar su documento de identidad, firmar algunos formularios de adhesión y comienza a pagar las cuotas. El trámite se complica un poco al momento de retirar la unidad, ya que debe demostrar ingresos suficientes para poder pagar la cuota más el seguro, pero aún en ese caso tiene la alternativa de presentar un garante que lo acompañe en el último tramo de su compra.

Una opción dolarizada

El economista Mario Sotullo, de la consultora Economía & Regiones, también señaló a la compra de un vehículo como una inversión para protegerse de la inflación. Sobre todo, explicó, la compra de un automóvil importado que dentro del país se termina pagando en pesos a una cotización del dólar muy inferior al del precio del billete verde paralelo.

“Los automóviles pierden un porcentaje del valor, pero es un activo durable que conserva más el valor que si la persona se queda con el dinero en la mano en un contexto inflacionario”, aceptó Sotullo. A partir de este hecho insistió en las dos caras de esta operación: comprar un auto “es consumo, pero también es un activo que guarda el valor porque su precio se actualiza y lo demuestra el hecho de que el mercado de los autos usados sigue aumentando”.

Las cuotas según el modelo  

 

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