Doña Eufemia tiene 83 años, concurrió a votar y pudo operar perfectamente la máquina de voto electrónico realizando todos los pasos. Pero el chip no recepcionaba la impresión de la boleta. Después de dos intentos y de que las autoridades de la mesa ubicada en la escuela Coronel Vicente de Uriburu decidieran cambiar dos veces la máquina Doña Eufemia pudo cumplir con su deber ciudadano.
Otro elector tuvo menos suerte, ya que tuvieron que cambiar cinco veces la máquina para que pudiera votar. Las máquinas no le daban opciones de elegir.
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Doña Eufemia tiene 83 años, concurrió a votar y pudo operar perfectamente la máquina de voto electrónico realizando todos los pasos. Pero el chip no recepcionaba la impresión de la boleta. Después de dos intentos y de que las autoridades de la mesa ubicada en la escuela Coronel Vicente de Uriburu decidieran cambiar dos veces la máquina Doña Eufemia pudo cumplir con su deber ciudadano.
Otro elector tuvo menos suerte, ya que tuvieron que cambiar cinco veces la máquina para que pudiera votar. Las máquinas no le daban opciones de elegir.