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Los hijos y el uso de las nuevas tecnologías

Sabado, 16 de noviembre de 2013 02:32

Ante el desarrollo y avance ilimitado de las nuevas tecnologías, me pregunto si algo aportan a las relaciones personales.

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Ante el desarrollo y avance ilimitado de las nuevas tecnologías, me pregunto si algo aportan a las relaciones personales.

Un aspecto positivo, es que brindan la posibilidad de acortar distancias. Aunque no sustituyen el contacto directo, las nuevas tecnologías tienden un puente al facilitar la comunicación entre las personas.

De esa manera, alguien que se encuentra lejos de su casa, puede conversar con sus familiares a través de skype o enviarles fotos, videos y grabaciones a través de whats up.

A pesar del analfabetismo digital, que se presenta como un desafío a vencer, las nuevas tecnologías implican una mayor practicidad y ello hace que el universo de personas que usan de ellas, sea más amplio. La referida practicidad permite, por ejemplo, el intercambio intergeneracional. El abuelo le muestra a su nieta escenas de la serie "El Zorro" en Youtube, y a su vez, la nieta le sugiere ver juntos el trailer del Hobbit II.

Las nuevas tecnologías brindan mayores posibilidades de acceso, debido a su bajo costo y se configuran como un factor de ahorro del tiempo, ya que nos permiten establecer contacto, realizar distintas tareas y trabajos en forma veloz.

Asimismo, ofrecen información ilimitada. Se presentan temas de los más diversos, y se encuentran contenidos específicos acordes a los intereses, gustos o preferencias del público consumidor. Es necesario educar el espíritu crítico para saber seleccionar la información de manera adecuada. No todo lo que se encuentra en la web resulta fiable.

En el ámbito de la educación, no considero oportuno que Internet deba ser proveedor exclusivo de información de un alumno. Creo que alentarlo a la investigación en bibliotecas públicas, es un modo de enseñarle a buscar información e incentivar sus inquietudes intelectuales.

La simultaneidad de la información hace que sea posible enterarse de los hechos en el momento que ocurren. Sin embargo, la inmediatez de las nuevas tecnologías permite recibir un alud de noticias que muchas veces no podemos asimilar y acaban por provocar el efecto contrario: la desinformación.

Respecto al uso de los menores, el Informe "la Generación Interactiva" refiere que el 43% de los menores navega solo. Este dato debería alertar a los padres sobre la inconveniencia de que accedan a sitios con contenido inapropiado para su edad.

Es recomendable, por un lado, que las herramientas tecnológicas estén situadas en un lugar de tránsito general de la casa, donde no sea posible "encuevarse". Por otro lado, regular el tiempo de uso diario en el hogar es una forma concreta de evitar situaciones de riesgo como las adicciones y permite posibilidades de actividades al aire libre y en contacto con personas "de carne y hueso".

Si bien internet es un medio de consulta útil para la vida laboral, los adultos deberíamos comenzar por limitar nuestro uso de ella, de manera que no afecte la vida familiar.

El uso de internet constituye un gran desafío para los padres. Está en nosotros participar activamente en las actividades digitales de nuestros hijos, tales como la navegación conjunta, o mostrar interés por sus actividades desarrolladas en la red.

Tener una actitud proactiva respecto del uso de las nuevas tecnologías, implica dejar de lado la actitud pasiva que se limita a preguntar "qué hacen" o a "echar un vistazo".

Un modo de ejercer la autoridad, o influencia positiva para hacer crecer la libertad de los hijos, es comprobar las rutas de navegación. Es decir, chequear los sitios que visitan, para saber de sus intereses y motivaciones. Si detectamos que acceden a sitios que no son acordes a su edad o dignidad de personas, será una buena ocasión, no para escandalizarnos, sino más bien, para conversar con ellos y orientarlos hacia el bien.

Para concluir, los padres somos los responsables de restringir algunas cuestiones vinculadas al uso de las diferentes pantallas. Regalarle a un menor, por ejemplo, un celular con acceso a internet, equivale a exigirle un uso responsable a quien no está capacitado para hacerlo. Si con ello lo expongo a situaciones de riesgo innecesarias, la pregunta es ¿por qué comprárselo?

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