Desde que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner llegó a la Casa Rosada estuvo rodeada de militantes. Apenas 11 minutos duró la ceremonia en la que tomó juramento al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y a los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Agricultura, Carlos Casamiquela.
Fue todo rápido en el Salón Blanco: llegó, puso en funciones a los nuevos y salió al balcón del Patio de las Palmeras para dar dos discursos que la gente pudo seguir también por pantallas gigantes. Ayer tampoco estuvo toda de negro y se la vio conmovida. La toma de juramento fue la primera actividad pública que encabezó la mandataria luego de la operación a la que fue sometida por un hematoma craneal.
Con su regreso se esperaban definiciones políticas y las dio: “Hay que seguir profundizando el modelo”, fue una de las frases que hilvanó uno de sus discursos y fue una señal de lo que se espera, especialmente, en materia económica en esta nueva etapa de su gestión.
No olvidó mencionar que la desocupación en el tercer trimestre del año bajó al 6,8%, según datos oficiales. Destacó las ganancias de la YPF estatizada (empresa que “reinvierte todo lo que gana”), la performance de Aerolíneas Argentinas, de los millones de dólares que ordenó invertir para la recuperación del ferrocarril para pasajeros (se comprometió a hacer lo mismo con los de carga y las vías navegables) y que el oficialismo está dispuesto a debatir propuestas. “Somos los más interesados. Estamos dispuestos a escuchar todas las ideas, pero sobre todo cómo se implementan, sino son solo esbozos”, dijo Cristina.
“Argentina salió del infierno y hoy está sólida económicamente”, sentenció y llamó a dejar de lado los agravios para buscar las mejores ideas: “Hay que seguir profundizando el modelo para que cada vez haya más argentinos incluidos”.
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Desde que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner llegó a la Casa Rosada estuvo rodeada de militantes. Apenas 11 minutos duró la ceremonia en la que tomó juramento al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y a los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Agricultura, Carlos Casamiquela.
Fue todo rápido en el Salón Blanco: llegó, puso en funciones a los nuevos y salió al balcón del Patio de las Palmeras para dar dos discursos que la gente pudo seguir también por pantallas gigantes. Ayer tampoco estuvo toda de negro y se la vio conmovida. La toma de juramento fue la primera actividad pública que encabezó la mandataria luego de la operación a la que fue sometida por un hematoma craneal.
Con su regreso se esperaban definiciones políticas y las dio: “Hay que seguir profundizando el modelo”, fue una de las frases que hilvanó uno de sus discursos y fue una señal de lo que se espera, especialmente, en materia económica en esta nueva etapa de su gestión.
No olvidó mencionar que la desocupación en el tercer trimestre del año bajó al 6,8%, según datos oficiales. Destacó las ganancias de la YPF estatizada (empresa que “reinvierte todo lo que gana”), la performance de Aerolíneas Argentinas, de los millones de dólares que ordenó invertir para la recuperación del ferrocarril para pasajeros (se comprometió a hacer lo mismo con los de carga y las vías navegables) y que el oficialismo está dispuesto a debatir propuestas. “Somos los más interesados. Estamos dispuestos a escuchar todas las ideas, pero sobre todo cómo se implementan, sino son solo esbozos”, dijo Cristina.
“Argentina salió del infierno y hoy está sólida económicamente”, sentenció y llamó a dejar de lado los agravios para buscar las mejores ideas: “Hay que seguir profundizando el modelo para que cada vez haya más argentinos incluidos”.
El gran administrador
Pero la nota la dio el flamante jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, quien marcó que “la sintonía de las diferentes áreas del gobierno” la marcará él, al anticipar que “fijará una agenda de trabajo muy amplia, muy activa y muy dinámica’’.
Si bien agradeció la designación de la jefa de Estado al destacar que se siente “profundamente comprometido por vocación de servicio y por adhesión a este proyecto nacional y popular que lidera nuestra Presidenta’’, marcó la diferencia con su antecesor frente a los medios de prensa.
‘‘Debemos cumplir y hacer cumplir con lo que la Constitución Nacional prescribe en su artículo 100, que es que el jefe de Gabinete de Ministros es el jefe de la administración del país’’, explicó.