Las fábricas ofrecen valores históricos para que productores vendan soja. La capacidad ociosa del 40% hizo que por el poroto se pague $2.137.
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Las fábricas ofrecen valores históricos para que productores vendan soja. La capacidad ociosa del 40% hizo que por el poroto se pague $2.137.
Los productores aseguran que la decisión de retener el grano está motivada por los bajos precios que se ofrecen que no alcanzan para cubrir los costos de producción .
La decisión de no vender no sólo afecta la llegada de menos dólares al Banco Central sino provoca la parada forzada de las fabricas procesadoras de subproductos como son harina y aceite.
Las microdevaluaciones que lleva adelante el Banco Central se convirtieron en un incentivo a retener hasta último momento la producción en los campos y vender lo “justo y necesario” para maximizar los ingresos en pesos.
Hay que recordar que la Argentina es líder mundial en exportaciones de aceite de soja al representar un 45% y harina del 43% a nivel global.
Según un informe del Ministerio de Agricultura, el productor retiene algo más de 10 millones de toneladas, lo que significa que apenas se comercializó el 77% de la cosecha 2012/2013, aún por debajo del 86% promedio de los últimos cinco años.
En sectores de la industria saben que el volumen en algún momento va a ser liquidado pero nadie puede apostar cuándo se dará.
Las fábricas optaron en las últimas semanas por mejorar la oferta por tonelada, para evitar el mayor costo que significa mantener ocioso a las plantas productoras, hasta elevar el precio a $2.137, que se registró el último miércoles, desde los $1.980 que ofrecían a principio de mes, es decir que hubo un aumento del 8 por ciento.
Para la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) la necesidad de materia prima de las fábricas resultó el principal “sostén” de los precios locales, pese a que los márgenes de procesamiento continúan ajustados.
A la misma fecha, el FAS teórico de la industria (que resulta un indicador promedio de su capacidad de pago) arrojaba un valor de $ 2.062 por tonelada con lo que el sector trabajaría a “contramargen”.