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Embarazada en verano: fresca y bien hidratada

Domingo, 24 de noviembre de 2013 04:00

Que las mujeres embarazadas llevan peor el calor que el resto de las personas es algo sabido. Sin embargo, no se trata de una cuestión relacionada con el peso o con la sensibilidad de la gestante, sino de una consecuencia física natural debido a los cambios que se producen en el cuerpo femenino durante los meses de embarazo. La progesterona (la hormona del embarazo), provoca un aumento de la temperatura corporal y propicia la aparición del sudor, a lo que hay que sumar una aceleración del metabolismo que genera más calor del habitual.

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Que las mujeres embarazadas llevan peor el calor que el resto de las personas es algo sabido. Sin embargo, no se trata de una cuestión relacionada con el peso o con la sensibilidad de la gestante, sino de una consecuencia física natural debido a los cambios que se producen en el cuerpo femenino durante los meses de embarazo. La progesterona (la hormona del embarazo), provoca un aumento de la temperatura corporal y propicia la aparición del sudor, a lo que hay que sumar una aceleración del metabolismo que genera más calor del habitual.

La sed es la forma que tiene el cuerpo de decir que tenemos que hidratarnos. Sin embargo, es un mecanismo “imperfecto”, ya que aparece cuando el organismo siente los primeros síntomas de deshidratación. No se trata de alarmarnos cuando tenemos sed, pero sí de evitar tenerla y, en todo caso, de aliviarla en cuanto la notemos.

La deshidratación puede provocar mareos, dolores de cabeza, incluso contracciones durante el último trimestre del embarazo. Además, una buena hidratación favorece el tránsito intestinal y disminuye las posibilidades de sufrir cistitis, eliminando así estos problemas tan habituales durante el embarazo. Los calambres en las piernas también pueden ser fruto de la deshidratación y no de una falta de potasio.

Un estudio publicado en 2005 por el British Journal of Obstetrics an Gynaecology afirma que la exposición a altas temperaturas está relacionada con nacimientos de peso levemente reducido. Esto se debe a que las temperaturas excesivas causan reacciones en el cuerpo materno contrayendo lo vasos sanguíneos como método de enfriamiento, por lo que se reduce la cantidad de nutrientes que pasan hacia el feto.

Claves para refrescarte

La prevención es imprescindible para evitar la deshidratación y para aliviar el calor. Consejos útiles:

* Consumir líquidos: el agua es el líquido por excelencia para hidratarnos pero no el único, por lo que tampoco debemos abusar. Lo apropiado es consumir entre litro y medio y tres litros de líquido (no sólo de agua) al día. Además del agua, se recomienda tomar jugos naturales, bebidas isotónicas, infusiones o batidos. También se pueden consumir refrescos, si bien de modo ocasional por su alto contenido en azúcar y en gas. El alcohol debe quedar fuera de la dieta, porque, además de ser negativo para el feto, deshidrata, consiguiendo el efecto contrario al que buscamos.

* Adaptar la dieta: los alimentos también tienen agua, por lo que es recomendable adaptar la dieta a las necesidades de líquido del organismo y en verano encontramos frutas muy apropiadas para conseguirlo como la sandía o el melón. Además, también hay platos muy refrescantes como el gazpacho y otras sopas frías que son además deliciosas y nutritivas. Las frutas y las verduras deben ser protagonistas en la alimentación cotidiana.

* Ropa fresca: los tejidos naturales, los colores claros y la ropa holgada son los mejores aliados para vestir en verano durante el embarazo. Además, no se debe dudar en utilizar gorras y sombreros que protejan la piel del rostro del sol y eviten la incidencia de los rayos solares sobre la cabe za.

*Duchas templadas: cuando tenga calor puede recurrir a una refrescante ducha. Para ello no es necesario que el agua esté fría. Lo recomendable es que esté tibia para ayudarla a regular la temperatura corporal ya que si se ducha con agua fría, su cuerpo puede responder generando más calor. Un par de grados menos de lo habitual es suficiente para refrescarse y tonificarse.

 

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