Vecinos de General Güemes, Campo Quijano y El Carril continúan sumando voluntades para demostrar la existencia de una relación causal entre la presencia de antenas de telefonía celular en el casco urbano de esas localidades y numerosos casos de cáncer -y otras enfermedades asociadas a la radiación no ionizante- que comenzaron a sucederse entre los pobladores cercanos a estos equipos. El fin que persiguen es que estas estructuras sean removidas de donde actualmente se encuentran, siempre a menos de 200 metros de las viviendas. Recientemente, se realizó en Pro Cultura Salta (Mitre 331) un debate sobre los riesgos de la electropolución al que asistieron vecinos afectados, legisladores y especialistas. En este marco, la senadora nacional Sonia Escudero ofreció detalles sobre un proyecto de ley de su autoría en el que plantea establecer un régimen de presupuestos mínimos para la instalación de las antenas, con el fin de salvaguardar la salud de los ciudadanos. En esta propuesta se destaca tanto una mayor atención a las características técnicas de cada estructura -que deberá ser compatible con los estándares establecidos por las normas nacionales vigentes- como a su sitio de emplazamiento -a no menos de 500 metros de viviendas familiares y de establecimientos de concurrencia masiva-. Pero, sobre todo, avanza en el conocimiento público de las incidencias que tienen sobre el ser humano este tipo de radiaciones electromagnéticas. Así, por ejemplo, previo a la autorización, la instalación debe ser sometida a una audiencia pública.
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Vecinos de General Güemes, Campo Quijano y El Carril continúan sumando voluntades para demostrar la existencia de una relación causal entre la presencia de antenas de telefonía celular en el casco urbano de esas localidades y numerosos casos de cáncer -y otras enfermedades asociadas a la radiación no ionizante- que comenzaron a sucederse entre los pobladores cercanos a estos equipos. El fin que persiguen es que estas estructuras sean removidas de donde actualmente se encuentran, siempre a menos de 200 metros de las viviendas. Recientemente, se realizó en Pro Cultura Salta (Mitre 331) un debate sobre los riesgos de la electropolución al que asistieron vecinos afectados, legisladores y especialistas. En este marco, la senadora nacional Sonia Escudero ofreció detalles sobre un proyecto de ley de su autoría en el que plantea establecer un régimen de presupuestos mínimos para la instalación de las antenas, con el fin de salvaguardar la salud de los ciudadanos. En esta propuesta se destaca tanto una mayor atención a las características técnicas de cada estructura -que deberá ser compatible con los estándares establecidos por las normas nacionales vigentes- como a su sitio de emplazamiento -a no menos de 500 metros de viviendas familiares y de establecimientos de concurrencia masiva-. Pero, sobre todo, avanza en el conocimiento público de las incidencias que tienen sobre el ser humano este tipo de radiaciones electromagnéticas. Así, por ejemplo, previo a la autorización, la instalación debe ser sometida a una audiencia pública.
Los vecinos y su lucha
Durante su participación en el debate, Beatriz Palacios, vecina de General Güemes destacó, en relación con la respuesta que obtuvo de la senadora Escudero, “que todos los políticos que pasaron tuvieron la misma oportunidad y la única que fue y presentó un proyecto fue ella”. La lucha de Beatriz se inició en 2010, cuando su hijo mayor murió de un cáncer de parótidas, hecho que atribuye a que el joven estuvo expuesto a la radiación de la antena de 65 metros que situaron al lado de su casa. Este reclamo social abarcó desde marchas y caminatas hasta trabajos de medición técnica y relevamiento sanitario. “Hicimos seis marchas con 1.500 personas y cuando comenzaron a retirar alimentos de los comedores como castigo por asistir, dejamos de hacerlas. En un radio de cuatro cuadras, hay 51 personas fallecidas y otras seriamente comprometidas en su salud”, sintetizó Beatriz. A su turno Marcela Torres, de Campo Quijano, contó que resultó afectada en su salud a partir de que en 2008 instalaran una antena en frente de su casa y Luis Rojas, de El Carril, agregó que él tiene una antena a 40 metros de su vivienda y debió mudarse porque su esposa y su hija enfermaron de cáncer. “Desde 1998 que no tenemos eco en las autoridades del pueblo”, reclamó.