Un insólito caso de canibalismo se produjo ayer en un pueblo situado en las afueras de una ciudad, al este del país europeo.
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Un insólito caso de canibalismo se produjo ayer en un pueblo situado en las afueras de una ciudad, al este del país europeo.
El oficial de 55 años, que vive en la localidad de Dresden, Alemania, había conocido a su pareja a través de un sitio de internet para personas que buscan sexo con prácticas de tortura y sadomasoquismo.
La casa donde se produjo el homicidio, situada en las montañas de Erz, en las afueras de Dresden, un pueblo, aparentemente tranquilo, es una vivienda modesta, donde, aparentemente, el uniformado residía solo. Lo que quedó del cadáver del hombre asesinado fue hallado por las autoridades en las montañas de Erz, enterrado y todo mutilado.
Había sido torturado, asesinado y desmembrado, y tenía partes del cuerpo comidas. Lo encontraron enterrado en una parcela que pertenecía al principal sospechoso, un oficial de policía identificado como “Detlef G”. La víctima, un hombre de negocios de 59 años, vivía en Hanover y había desaparecido de su casa días atrás. La principal hipótesis de la Policía es que se trasladó hasta Erz tras iniciar una relación online con el agente.
El vínculo se habría gestado a través de un sitio web que reúne a personas que buscan sexo sadomasoquista extremo, prácticas muy común en varios pueblos de Europa y que cada vez va reuniendo mas adeptos, según informa la BBC.
Según los investigadores ambos hombres se conocieron físicamente en la estación de trenes de Dresden el 4 de noviembre pasado, días antes de que se produjera el asesinato. Aún no está claro si fue deliberado o producto de que el violento juego sexual terminó
excediéndose. Pero alguno peritos no dudan en relacionar la tortura y muerte del hombre de negocios con las prácticas sadomasoquistas.
Dieter Kroll, jefe de policía de Dresden, aseguró en una conferencia de prensa que la víctima “fantaseaba desde su juventud con ser asesinado y comido”. Cabe recordar que “Detlef G” trabaja en el departamento forense de la Oficina de Investigación Criminal de Saxony. Es un experto en análisis caligráfico, pero nada hacia sospechar sus afinidades por los juegos de extrema violencia y sometimiento a los que era adicto el oficial. El caso recuerda al de otro similar ocurrido en 2012 en Miami , Estados Unidos cuando Rudy Eugene le destrozara con los dientes más del 50 por ciento del rostro a un indigente, el que por suerte se recuperó de las heridas causadas.