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Florencia Canale: “Belgrano era un hombre seductor que sabía escuchar a las mujeres”

Sabado, 09 de noviembre de 2013 02:05

Florencia Canale escribió una novela donde el protagonista, Manuel Belgrano es, además del intelectual de avanzada y el astuto militar que todos conocemos, un romántico con todas las letras.

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Florencia Canale escribió una novela donde el protagonista, Manuel Belgrano es, además del intelectual de avanzada y el astuto militar que todos conocemos, un romántico con todas las letras.

A partir de un pormenorizado rastreo documental, la escritora intenta recomponer en su libro la imagen de un hombre sensible, refinado y elegante que fue adorado por las mujeres. “Amores prohibidos. Las relaciones secretas de Manuel Belgrano”, editado por Planeta, repasa en clave de ficción las pasiones desbordadas del creador de la bandera nacional, pero también es un fresco de una sociedad que deseaba emanciparse del gobierno español.

En el entretejido histórico, aparecen figuras como Cornelio Saavedra, Gregorio Funes, Juan José Castelli, Baltasar Hidalgo de Cisneros, Hipólito Vieytes, Juan José Viamonte, los hermanos Juan José y Francisco Paso y Antonio Beruti, que ayudan a definir el perfil político de Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano.

Los salteños podrán conocer de primera fuente más detalles de esta obra y de su proceso de creación hoy, cuando Florencia Canale se presente en el marco del ciclo “Primavera Planeta”, organizado por el Grupo Editorial Planeta y el Banco Hipotecario.

La charla entre la autora y sus lectores tendrá lugar a las 19, en el Hotel Alejandro I.

El ciclo continuará en noviembre con otras dos conferencias en el Hotel Alejandro I: el 16, a las 21, Felipe Pigna presentará “Los mitos de la historia argentina 5”, y el 24, a las 19, Gabriel Rolón y Teresa Castillo presentarán “Medianoche en Buenos Aires”.

En diálogo con El Tribuno, la creadora de “Pasión y traición” (novela anterior sobre la vida de Remedios de Escalada, que vendió más de 50 mil ejemplares), confesó que a medida que fue reconstruyendo a Manuel Belgrano a partir de documentos, memorias y cartas, se fue enamorando profundamente del personaje: “Era un abogado cultísimo y sensible. Le gustaba rodearse de mujeres; él mismo le recomendaba a sus amigos que aprendieran de las mujeres, que las escucharan. Un gesto bastante atípico para los hombres de ese entonces”, consideró Canale.

A los escritores de novelas históricas se les atribuye la arriesgada misión de humanizar a los próceres. ¿Cómo se logra ese objetivo?

Para humanizar a un prócer por medio de la escritura, primero hay que humanizarlo en el pensamiento. Se necesita de tiempo de construcción a partir de innumerables lecturas. De todo, desde la correspondencia a las Memorias, a las biografías, relatos de otros... en fin, es un trabajo arduo pero sublime.

¿Qué tipo de gestos solía tener Belgrano para que se lo considere un “romántico” a la par de sus toscos contemporáneos?

Primero, no era militar como la mayoría de aquellos hombres. Era abogado, cultísimo y sensible. Le gustaba rodearse de mujeres; él mismo le recomendaba a sus amigos que aprendieran de las mujeres, que las escucharan. Un gesto bastante atípico para los hombres de ese entonces.

¿Por qué fueron “prohibidos” sus amores? ¿Ninguno fue factible de ser “blanqueado”?

Eran prohibidos porque eran relaciones con mujeres que estaban casadas con otros señores. Era imposible exponerse a la estigmatización. Pepa Ezcurra y Dolores Helguero habían sido desposadas con otros hombres por orden de sus padres. No era una práctica habitual que una mujer se mostrara con un hombre que no fuera su marido.

En el libro se destaca la sensibilidad y la elegancia de Belgrano, ¿creés que esos atributos contribuyeron a que -desde una mirada prejuiciosa- se edificara el mito de su homosexualidad?

Yo creo que el asunto de la calza con la que aparece en un famoso retrato (que por otro lado es falaz ya que el cuerpo de la pintura de Carbonnier no era el de él, sino el de un doble) y su voz algo aflautada, además del hecho de que no fuera militar y debía ocupar esas funciones, ayudaron a que le construyeran ese mito mentiroso. Además de que era un hombre elegante, que olía bien y al que le gustaba verse bien.

¿Qué atributos tenía para que se lo considere una especie de “hombre ideal”?

Supongo que su sensibilidad, su brillantez... Era un hombre seductor que gustaba de conversar con las mujeres, escucharlas. Además de ser un caballero guapo.

Belgrano tuvo un hijo con Josefa de Ezcurra, pero nunca lo conoció y se lo terminó criando Juan Manuel de Rosas. Contame qué detalles se revelaron en tu investigación acerca de este episodio tan novelesco en la vida del prócer...

Mi novela está dividida en cuatro partes: la juventud de Belgrano, Pepa Ezcurra, Isabelle Pichegru y Dolores Ezcurra. El final de la segunda parte es extremadamente conmovedor. Relata el regreso de Pepa del norte, ya con su hijo entre los brazos, con el corazón destrozado. Y por si esto fuera poco, debe entregar a su hijo -que no era de su marido sino de su amante (Manuel Belgrano)- a su hermana Encarnación, recién casada con Juan Manuel de Rosas. Pero no quiero contar más, les recomiendo leer la escena...

Se sabe que Belgrano era un hombre muy católico, honrado... ¿Se sintió él atormentado al transgredir ciertos valores con sus historias amorosas clandestinas?

No creo que lo haya pasado demasiado bien. Dicen que con Dolores se hubiera casado, pero que le fue imposible por el estado civil de la muchacha. También dicen que mandaba emisarios para averiguar si el marido estaba muerto, esperando la oportunidad de poder desposarla.

Otro de los amores del prócer fue Dolores Helguero, una muchacha de la burguesía tucumana con quien tuvo una hija mujer, Mónica Manuela, pero tengo entendido que tampoco se relacionó con esta niña. ¿La novela se detiene particularmente en esta faceta de la paternidad frustrada del prócer?

Apenas la conoció a la pequeña, tuvo que volver a Buenos Aires porque la salud ya no lo acompañaba. Es más, ya en Buenos Aires, cuando escribía a Tucumán, preguntaba por “su ahijadita”. De cualquier manera, dejó bien encomendado a sus hermanos -Domingo y Juana- que cuidaran de la pequeña cuando él muriese.

 

La primera novela de Florencia Canale fue una novela histórica que la llevó a recorrer la historia de la independencia del Río de la Plata, la historia de San Martín, de la vida cotidiana. Esa obra, contó alguna vez, le recuerda mucho a sus primeras lecturas históricas. Esta novela tiene delicadeza para contar la historia de manera fiel y delicada, pero también con las licencias de la ficción para describir escenas más verosímiles al género.

El dato

  • El programa continuará: el 16, con Felipe Pigna y “Los mitos de la historia argentina 5”, y el 24, con Gabriel Rolón y Teresa Castillo con “Medianoche en Buenos Aires”.

 

 

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