“Viejos son los trapos”, dice un dicho popular y se puede decir que en el San Antonio campeón sobran los trapos para lustrar el trofeo que obtuvo el mejor equipo del Torneo Anual.
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“Viejos son los trapos”, dice un dicho popular y se puede decir que en el San Antonio campeón sobran los trapos para lustrar el trofeo que obtuvo el mejor equipo del Torneo Anual.
Históricos con todas las letras son Javier Tapia, Mauricio Haro y Fernando Aybar, quienes fueron artífices de un nuevo título para el equipo de la villa, siendo además los goleadores y máximos referentes de la emblemática final ante Pellegrini.
Para cada uno de ellos, esta consagración tuvo un sabor especial. “Fue diferente porque perdimos tres finales seguidas con Pellegrini y nos quedaba esa espina de ganarle a ellos”, sostuvo Javier Tapia, autor de dos goles ante el adoquinero, la misma cantidad que anotó Mauricio Haro, quien volvió a dar la vuelta con el club de sus amores. “Yo soy hincha de San Antonio y es un gusto especial. Le dimos una alegría importante a la gente. Toda mi familia vive en San Antonio, y ver en la tribuna familiares y amigos emociona”, sintetizó el enganche del campeón.
Fernando Aybar, el patrón del mediocampo de la villa, reflejó el factor determinante para dar la vuelta. “Apelamos a la experiencia, la final se ganó porque hubo jugadores que saben jugar esta clase de partidos. Ahora hay que disfrutar, la fiesta sigue en San Antonio”, comentó entre risas Aybar, quien estuvo a punto de no jugar este campeonato. “Este año casi no juego. Los changos (por Haro y Tapia) me pidieron que venga y ellos me impulsaron a seguir”.
Entre los tres promedian los treinta años y, a pesar de que alguna vez soñaron con vivir del fútbol, tuvieron que “ganarse el mango” laburando de otra cosa pero siguieron firmes entrenando. “Hay que trabajar, no queda otra pero el fútbol es lo más lindo que hay. Lo hacemos por amor al club porque de esto no vivimos”, afirmó Tapia. El camino de San Antonio tiene que continuar pero estos tres jugadores ya tienen un objetivo en común. “Tenemos que seguir haciendo historia”, coincidió el trío en su visita a El Tribuno.
El fútbol y el trabajo van juntos
Mauricio Haro fue el goleador del equipo y del Anual con 21 goles. Tiene 28 años y trabaja en un call center. Hace seis años que juega en San Antonio, pero antes vistió las camisetas de Atlético Mitre (hizo las inferiores), Central Norte, Sanidad y Atlas. Además del flamante título, el volante de la villa reflejó la importancia de clasificar al Torneo del Interior por méritos deportivos. “No es lo mismo ir al Torneo del Interior campeón, que como invitado. Tenemos un plantel que tranquilamente puede participar en un Argentino B”, se ilusionó el Guly Haro.
Fernando Aybar, a sus 32 años, hace mucho tiempo que se adueñó del mediocampo en San Antonio. Además de defender los domingos la camiseta de la villa, Aybar trabaja todos los días repartiendo lácteos. Fernando hizo inferiores en Central Norte, donde también se consagró en el Torneo Anual en el 2002. “Después que jugué en Central fui a San Antonio y salí campeón en el 2007, luego dejé un año, volvía al otro y así. La villa es como mi segunda casa”, subrayó Aybar, quien vive en barrio Limache. De perfil bajo y humilde, es sin duda un referente y laburante en la villa.
Javier Tapia, el delantero y capitán del San Antonio campeón, tiene 30 años y tiene la particularidad de haber salido campeón en varios equipos de la Liga Salteña (Peñarol y Atlas). “Dicen que soy cábala cada vez que me voy a un equipo”, sostuvo entre risas Tapia, quien además es el jugador que más veces dio la vuelta con la villa, estuvo presente en los tres torneos (2007, 2009 y 20013). El atacante trabaja como chofer de taxi y tiene un hijo que juega en las inferiores de Juventud, club donde justamente Tapia hizo sus primeros pasos como futbolista.