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Salteños, veloces y profetas en su tierra

Lunes, 02 de diciembre de 2013 01:21

La quinta y última fecha del Campeonato de Velocidad del NOA, tuvo su fiesta ayer en el autódromo capitalino de Salta, Martín Miguel de Gemes. Una de las incógnitas a develar era saber si los pilotos salteños que pintaban para campeones podrían ser profetas en su tierra. Diego Bonfliglio y Pablo Casimiro no defraudaron, y se alzaron con el campeonato en su propia casa.

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La quinta y última fecha del Campeonato de Velocidad del NOA, tuvo su fiesta ayer en el autódromo capitalino de Salta, Martín Miguel de Gemes. Una de las incógnitas a develar era saber si los pilotos salteños que pintaban para campeones podrían ser profetas en su tierra. Diego Bonfliglio y Pablo Casimiro no defraudaron, y se alzaron con el campeonato en su propia casa.

Con un buen marco de público pese al intenso calor (cerca de 1.500 personas), el Súper Bike cerró el año a lo grande. Festejos que se multiplicaron gracias a los campeones salteños. “Estamos contentos porque hicimos mucho sacrificio durante todo el año con algunas caídas en Termas, en Posadas pero contentos por este resultado”, expresó Bonfiglio, y agregó: “Tengo ganas de seguir, el equipo Rolly Team (de Posadas, Misiones) me ofreció seguir para la temporada del año que viene pero va a depender de lo económico”.

La jornada contó con dos finales por categoría, Diego Bonfiglio en la 600 Super Sport, la más importante, pudo festejar de manera anticipada, ya que en la primera final el líder hasta ese momento, el santiagueño Enzo Tarchini, no pudo largar porque se le rompió la moto. El salteño ganó la final y quedó tercero en la general (hay que tener en cuenta que largan junto con la XTrem 1000). En la segunda final, Bonfiglio terminó segundo y cuarto en la general.

Por su parte, Pablo Casimiro campeón en la StockBike 1.000 también fue parte de los festejos grandes en una de las categorías, StockBike 1.000 (larga junto con la StockBike 600) que hizo vibrar al público presente. Por cantidad de motos, por la definición misma que se esperaba en cada una de las categorías, con una paridad tremenda, sin dudas fueron la gran atracción en una tarde especial y cargada de velocidad en el Gemes.

Si bien no pasó a mayores, los accidentes no estuvieron ausentes. El santiagueño Alejandro Luna terminó con esguince en una de sus muñecas. Cuando transitaba por la curva de socios protectores, tuvo una caída bastante fuerte. Fue trasladado al hospital San Bernardo y cerca de las 19 se lo pudo ver en el autódromo solo con algunos dolores. Salvo ese episodio, todo fue una fiesta en el autódromo Martín Miguel de Gemes.

 

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