Menos de 20 policías entre la plaza Gemes y el ingreso a la Legislatura provincial observaban cómo llegaban de a cuentasgotas las distintas agrupaciones sociales, gremiales, políticas y estudiantiles unidas en la Multisectorial. Atrás del viejo edificio, un camión de Infantería ya marcaba presencia.
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Menos de 20 policías entre la plaza Gemes y el ingreso a la Legislatura provincial observaban cómo llegaban de a cuentasgotas las distintas agrupaciones sociales, gremiales, políticas y estudiantiles unidas en la Multisectorial. Atrás del viejo edificio, un camión de Infantería ya marcaba presencia.
El ruido de los redoblantes, los cánticos, los silbidos contra los superpoderes a la Policía era cada vez más intenso. Las voces se entremezclaban. Ya había centenares de jóvenes y adultos reunidos. Banderas de distintos colores flameaban en la nublada tarde que llegaba a su fin. Las palabras “repudio”, “ley antidemocrática” y “Estado represivo” resonaron durante la protesta.
Sobre el vallado blanco que siempre coloca la Policía para impedir el paso al histórico edificio, donde sesionan los representantes del pueblo que aprobaron la reforma del Código Procesal Penal, se montó un tendedero de la “Memoria”. “Estos son los rostros y figuras de nuestros muertos de la dictadura. Con esta ley están haciendo lo mismo que hizo Lúder en los años "70, cuando él y los legisladores aprobaron el decreto de exterminio que después nadie se hizo cargo”, señaló Blanca Lescano, miembro de la Comisión de Familiares Detenidos y Desaparecidos y de la Red de Defensa de los Derechos Humanos.
Por su parte, Mirta Torres, de la misma organización, dijo: “Venimos a pedir la nulidad y repudiar la actitud de los legisladores de haber sancionado en ambas Cámaras con total liviandad la reforma del Código Procesal que lleva tantas consecuencias sociales a la población, porque le da territorio libre a la policía que es armada y que, aun sin esas facultades, ya cometió numerosos atropellos a la sociedad”. Hubo discursos de varios dirigentes. Todos coincidieron en que “la lucha no parará hasta que se derogue la ley”. Buenaventura David, de la CTA, sentenció: “La inseguridad no se resuelve incorporando más policías y dando superpoderes, sino generando fuentes de trabajo dignas”. Con un abrazo simbólico al edificio legislativo sellaron la protesta.