Pícara para algunos; ingenua para otros. Sea como fuere, la carilinda Karina Jelinek se las ingenia siempre para ser protagonista, porque habla, o porque calla, porque se fotografía con una chica o con un hombre desconocido, porque se casa o porque se divorcia.
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Pícara para algunos; ingenua para otros. Sea como fuere, la carilinda Karina Jelinek se las ingenia siempre para ser protagonista, porque habla, o porque calla, porque se fotografía con una chica o con un hombre desconocido, porque se casa o porque se divorcia.
Quedaron muy lejos los tiempos en que escondida tras enormes anteojos oscuros huía de los periodistas deseosos de preguntarle sobre su relación con Leonardo Fariña.
Desde hace unas horas ocupa el trono de las más seguidas en Twitter, ese espacio interminable que bien puede servir para hacer públicas las peores peleas entre los famosos, o el amor más apasionado, o mostrar las autofotos frente al espejo y las imágenes más sexies de las diosas de nuestro país.
Sin dudas, Karina Jelinek es una de las modelos que más provoca en la Web y en las últimas horas volvió a hacer de las suyas. Recién separada de Leonardo Fariña y en medio de rumores que la vinculan con Guido Francardi, hijo de la diseñadora Leticia Carosella, ella hace oídos sordos a lo que se dice de ella en los medios y se concentra en su trabajo. Siempre, con el toque de pseudo-ingenuidad que la caracteriza.