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El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, se puso al frente de la cruzada de la coyuntura. En la última Conferencia Industrial, que se realizó recientemente en Cardales, explicó en código empresario lo que se denomina en clave economía argentina la falta de un clima de negocios.
Pero el ping-pong oficial no esperó y la Casa Rosa jugó su carta. Solicitó a los empresarios la necesidad de contar con inversiones privadas para bajar la “tensión de precios”.
En la lógica interpretativa por parte del Gobierno, la inflación sería por falta de inversiones.
Méndez afirmó, en su discurso de cierre, que “están las condiciones dadas cuando el comercio externo se maneja de manera inteligente”. Además, el industrial señaló la necesidad de corregir problemas de competitividad generados por costos logísticos, de diálogo social y de presión tributaria.
Es decir que habría una demanda doble, sin empate técnico. Los industriales peticionan reintegros, por su parte y, el Gobierno, clama por tener empresarios inversores.
El diagnóstico para la Casa Rosada es uno solo: “la resolución de problemas de estrangulamiento de sectores y precios tiene que ver con la necesidad de mayor inversión”.
Méndez envió además un mensaje encriptado hacia el Gobierno: pidió que el diálogo social incluya a “todos los sectores productivos”.
Así, amplificó la voz de los sectores agrarios, financieros y gremiales, marginados de la mesa de debate que conformó la administración central. En el auditorio escucharon atentamente el cierre del cónclave empresarios el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Echevehere, y el jefe de la Federación Agraria Eduardo Buzzi; entre otros invitados.
“En el diálogo tienen que estar comercio, sindicatos, sector financiero, el campo porque hay que abrirle la puerta a todo el mundo. Es un mensaje con honestidad pero desde la UIA, sin que nadie lo haya pedido”, dijo Méndez, luego a la prensa, al cumplir el rol de comunicador del empresariado.