Muchos hinchas de Gimnasia y Tiro guardan en sus retinas el gran partido que Iván Agudiak jugó ante Juventud Antoniana el año pasado en el primer clásico, en el Martearena. Para el Toro, el duelo que se reeditará el domingo a las 19 en el Gigante del Norte será “totalmente distinto, los momentos son otros”. El goleador millonario retornará el domingo ante el santo tras cumplir su sanción y ya empezó palpitar un duelo que promete emociones, dada la obligación del antoniano para seguir en carrera y la necesidad del líder de asegurar nada menos que en un clásico su clasificación prematura a la próxima ronda, cinco fechas antes.
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Muchos hinchas de Gimnasia y Tiro guardan en sus retinas el gran partido que Iván Agudiak jugó ante Juventud Antoniana el año pasado en el primer clásico, en el Martearena. Para el Toro, el duelo que se reeditará el domingo a las 19 en el Gigante del Norte será “totalmente distinto, los momentos son otros”. El goleador millonario retornará el domingo ante el santo tras cumplir su sanción y ya empezó palpitar un duelo que promete emociones, dada la obligación del antoniano para seguir en carrera y la necesidad del líder de asegurar nada menos que en un clásico su clasificación prematura a la próxima ronda, cinco fechas antes.
“Estamos haciendo un buen torneo. El año pasado se nos escapó un poco la tortuga, como dice el Diego (Maradona). Pero este año nos propusimos volver a ser lo que fuimos y empezamos con el pie derecho, era importante ganar de local -ante Alumni- y lo hicimos, para recuperar la identidad”, expresó el atacante, para luego rememorar cómo empezó esta historia, en inevitable alusión a los otros dos equipos de la provincia, cuyos presentes son muy distintos. “Al principio nadie nos daba como candidatos, y mejor que haya sido así. Desde el silencio empezamos a trabajar, trazándonos un objetivo claro que era clasificar. A pesar que nos falte un punto, todavía no lo conseguimos. Tenemos que conseguirlo cuanto antes para ponernos a pensar en otra cosa. Ya falta poquito. En silencio y con trabajo nos fuimos haciendo protagonistas”, ponderó.
Agudiak se animó a presagiar cómo será el clásico del domingo, a su juicio, “mucho más especial, con muchos condimentos extra. Juventud saldrá a jugársela, a querer llevarnos por delante, y nosotros a asegurarnos la clasificación cuanto antes. Va a ser un partido de ida y vuelta y los dos vamos a salir a buscarlo. No va a ser un juego chato, los dos vamos a proponer”, pronosticó.
“Me fue bien en los clásicos que jugué y esta no tiene que ser la excepción, todos tuvimos picos altos y eso es lo que nos mantiene en la punta, la regularidad de todo el plantel. Pero contra Juventud no te podés relajar”, advirtió el bonaerense.
Por otra parte, mientras las especulaciones previas hablan de un Juventud mucho más presionado y un Gimnasia relativamente relajado, el 9 aclaró: “Eso de que ellos tienen más cosas para perder, es para el afuera, para los hinchas, para el periodismo.
Para nosotros no. Tenemos la obligación de dar lo mejor. A la pelota la tenemos nosotros y la vamos a seguir bancando”, concluyó.
La Chancha pide pista ante el santo
Leandro Zárate es, para el DT Víctor Alfredo Riggio, una carta irreemplazable si de clásicos se refiere. La Chancha fue verdugo de Central Norte y Juventud Antoniana cada vez que lo enfrentó en la temporada y les hizo goles en los tres partidos que el albo disputó con sus rivales salteños. Su “picardía” para jugar este tipo de partidos, más la necesidad de darles descanso a Juan Zárate y a Henry Sáez tras el encuentro del miércoles en Tucumán, posibilitarían que el goleador sea de la partida para conformar la picante dupla con Iván Agudiak. La única duda que maneja Riggio para enfrentar a Juventud está en la defensa: en caso de no recuperarse Rodrigo López, volverá a reemplazarlo Diego Ianiero, y Federico Rodríguez será el reemplazo del suspendido Esteban Burgos. La incertidumbre quedará disipada luego del entrenamiento vespertino de hoy en La Calderilla.