¿Qué balance puede hacer de los nueve meses que pasaron desde que se aprobó la ley de identidad de género?
inicia sesión o regístrate.
¿Qué balance puede hacer de los nueve meses que pasaron desde que se aprobó la ley de identidad de género?
Consideramos que la ley es un avance muy importante en materia de derechos para el colectivo trans y que es la puerta de entrada a muchos otros derechos que todavía siguen pendientes, como el trabajo, la educación o la salud.
En lo que tiene que ver con la documentación personal, es muy positivo que se estén realizando los trámites sin problemas. Eso habla de un avance. La respuesta de los Registros Civiles nos parece interesante.
Sí marcamos que vemos poca voluntad, salvo algunos casos excepcionales, de avanzar en los aspectos de salud e inclusión social que prevé la ley.
En materia de salud, la Nación no creó un plan nacional de atención integral a las personas trans, que es lo que consideramos que se debería haber hecho para que puedan acceder a las prácticas que la ley establece y manda.
¿Cómo es el acceso a estos tratamientos?
Hoy, las hormonas o las operaciones, son accesibles en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. En el resto de las provincias se está trabajando para que puedan brindarse estos servicios. Al no haber una coordinación nacional ni un financiamiento, en muchas provincias está costando bastante. Por eso se producen algunas desigualdades geográficas. Dependiendo de dónde uno vive, tiene o no los tratamientos que la ley ordena incorporar al plan médico obligatorio.
Sabemos que parte de las prácticas de salud, como puede ser la adecuación genital en mujeres trans, requiere una capacitación específica. Pero hay otras que ya se pueden hacer en el sistema público o privado.
Los tratamientos más sencillos en lo que tiene que ver con la construcción de la identidad ya se hacen. La mastectomía, por ejemplo, se realiza en el caso de un cáncer de mama y el implante mamario es muy habitual en la cirugía. Las terapias hormonales son protocolos que están internacionalmente aceptados.
¿A qué asocia esas desigualdades?
La medicina en cualquier lugar del país es un ámbito muy duro. La propia formación médica en las universidades no aborda el tema de la diversidad. El sector médico es muy conservador.
Sumado a eso, hay restricciones presupuestarias y cada provincia, de acuerdo al sesgo ideológico de su Gobierno, recorta en uno u otro aspecto.
También, la norma se instaló en la opinión pública como la ley de la documentación y no se le dio tanta relevancia al aspecto de la salud.
Hay un cuestionamiento que dice que, con la ley de identidad de género, habrá hombres que se pongan un nombre de mujer solo para jubilarse cinco años antes...
Esto no es así. El proceso del cambio de identidad de género es complejo, largo, doloroso, de exclusión, de discriminación...
No creemos que nadie tome esta cuestión tan a la ligera como para intentar jubilarse antes.
La ley es clara y establece que el cambio de identidad tiene que ver con reconocer la vivencia íntima de las personas y define claramente lo que es una persona trans.
Si se detectara algún tipo de maniobra al respecto, por supuesto que se denunciará porque es una banalización de un derecho muy sentido para parte de la población.
A veces este tipo de cosas se dicen para denostar y frivolizar esta ley, que es realmente muy importante y que permite en incluir a un colectivo durante tanto tiempo excluido.
Creemos que esto no es así. No son más que comentarios malintencionados para tratar de quitarle seriedad e importancia a la ley.