Uno de los personajes más entrañables entre los salteños es, sin dudas, Uluncha, el gauchito travieso y soñador que refleja nuestras costumbres provincianas, en una tira cómica que ya lleva 35 años en las páginas de diario El Tribuno bajo la genialidad de Luis Gorosito.
Tan humilde como su creador, Uluncha es el resumen de la infancia de miles y miles de changuitos que pueblan nuestra geografía y que a cada instante sorprenden con graciosas desventuras y desopilantes reflexiones, pero siempre teñidas de una profundidad y sentimiento que asombran.
El duende, la Cholita, la abuela, Florencio, la maestra y tantos otros personajes le dieron vida a esta singular historieta plena de costumbrismos, pero plenas también de un valor cultural que traspasa generaciones y se mantiene fresco, en ese mundo de inocencia como solo lo pueden ver los ojos de un niño.
Así, Uluncha es el reflejo fiel de la niñez; de nuestra niñez. Aquella de travesuras y penitencias en la escuela, de retos de la abuela y de duendes aparecidos en las siestas de sol calcinante.
Niñez de sueños y pobreza, pero siempre dignificada por el respeto a los mayores.
Justamente allí radica su acervo y su verdadero valor cultural, porque esa es la niñez a la que debemos cuidar y tratar de mantener bajo los mismos códigos.
Luis Gorosito -el papá de Uluncha- no es un transgresor, ni tampoco un gurú del cómic que se mantiene vigente con sólidos esquemas publicitarios y tecnológicos; todo lo contrario. Es un tipo sencillo, de bajo perfil, que ama cada trazo de sus historietas. Tal vez su transgresión -y su vigencia- radica en que mantiene la fórmula con la que comenzó a idear a este querido personaje hace 35 años atrás.
Siempre recuerda que su creación lleva el mismo nombre de las “ulunchitas”, esas pequeñas palomitas grises que suelen aparecer en los caminos y que inquietan los solitarios paisajes de Salta.
El nombre no pudo haber sido mejor elegido. Uluncha, el gauchito salteño, ya es parte de nuestro paisaje.
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Uno de los personajes más entrañables entre los salteños es, sin dudas, Uluncha, el gauchito travieso y soñador que refleja nuestras costumbres provincianas, en una tira cómica que ya lleva 35 años en las páginas de diario El Tribuno bajo la genialidad de Luis Gorosito.
Tan humilde como su creador, Uluncha es el resumen de la infancia de miles y miles de changuitos que pueblan nuestra geografía y que a cada instante sorprenden con graciosas desventuras y desopilantes reflexiones, pero siempre teñidas de una profundidad y sentimiento que asombran.
El duende, la Cholita, la abuela, Florencio, la maestra y tantos otros personajes le dieron vida a esta singular historieta plena de costumbrismos, pero plenas también de un valor cultural que traspasa generaciones y se mantiene fresco, en ese mundo de inocencia como solo lo pueden ver los ojos de un niño.
Así, Uluncha es el reflejo fiel de la niñez; de nuestra niñez. Aquella de travesuras y penitencias en la escuela, de retos de la abuela y de duendes aparecidos en las siestas de sol calcinante.
Niñez de sueños y pobreza, pero siempre dignificada por el respeto a los mayores.
Justamente allí radica su acervo y su verdadero valor cultural, porque esa es la niñez a la que debemos cuidar y tratar de mantener bajo los mismos códigos.
Luis Gorosito -el papá de Uluncha- no es un transgresor, ni tampoco un gurú del cómic que se mantiene vigente con sólidos esquemas publicitarios y tecnológicos; todo lo contrario. Es un tipo sencillo, de bajo perfil, que ama cada trazo de sus historietas. Tal vez su transgresión -y su vigencia- radica en que mantiene la fórmula con la que comenzó a idear a este querido personaje hace 35 años atrás.
Siempre recuerda que su creación lleva el mismo nombre de las “ulunchitas”, esas pequeñas palomitas grises que suelen aparecer en los caminos y que inquietan los solitarios paisajes de Salta.
El nombre no pudo haber sido mejor elegido. Uluncha, el gauchito salteño, ya es parte de nuestro paisaje.