El ex teniente fragata y aviador de la Armada Julio Alberto Poch, que fue detenido en Holanda y extraditado, aseguró hoy que ‘nunca‘ participó ‘en los vuelos de la muerte‘, juró que ‘por Dios‘ y sus hijos que era ‘inocente‘ y advirtió que está preso ‘por un malentendido‘.
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El ex teniente fragata y aviador de la Armada Julio Alberto Poch, que fue detenido en Holanda y extraditado, aseguró hoy que ‘nunca‘ participó ‘en los vuelos de la muerte‘, juró que ‘por Dios‘ y sus hijos que era ‘inocente‘ y advirtió que está preso ‘por un malentendido‘.
‘Yo era piloto de caza y ataque. Mi capacitación era para una guerra convencional, por lo que nunca participé de la lucha contra el terrorismo en la Argentina‘, dijo Poch al declarar como imputado en el juicio denominado ‘ESMA III‘, en el que está acusado de 31 crímenes en vuelos de la muerte.
El ex uniformado sostuvo que todo empezó porque un compañero suyo, al que identificó como ‘Reijnoudt Brouwer‘ lo ‘denunció en 2008 en Holanda‘ en base a ‘dichos de terceros‘.
‘El mencionó una conversación que yo tuve en una cena en la Isla de Bali, en 2006, con compañeros de la línea aérea Transavia (donde trabajaba) y opiné sobre la política argentina y los ’vuelos de la muerte’, pero jamás hablé en primera persona‘, aseguró. Dijo que todo fue por un ‘malentendido‘ con el idioma inglés.
‘Le dije que yo era militar y que había vivido ese momento de la historia. Comenté que se sospechaba que se arrojaba gente pero que no estaba confirmado. Yo no defendí esos hechos, sino a mi país y a la Armada, y nunca dije haber participado de los vuelos de la muerte‘, declaró Poch.
En ese sentido, agregó: ‘mis palabras fueron tergiversadas, estoy injustamente acusado de crímenes, tormentos y homicidios que no cometí y es una vergüenza que en nombre de los derechos humanos se violen mis derechos humanos‘.
El ex piloto contó que la conversación se inició porque le parecía mal que el Gobierno de Holanda no deje estar en el casamiento de Máxima Zorreguieta, a su padre, Jorge Zorreguieta, secretario de Agricultura de la dictadura.
‘Mi opinión fue recibida como que defendí al gobierno militar y a Zorreguieta. Les dije que los holandeses tenían una idea equivocada de lo que había pasado en el país. Les expliqué la violencia terrorista que azotaba todos los días el país con secuestros y ataques‘, relató.
Según la denuncia a la policía holandesa que dio origen a la investigación judicial, Poch presumía allí de haber actuado en los ‘vuelos de la muerte‘ arrojando con vida al mar a quienes él consideraba como ‘terroristas de izquierda‘.
Sin embargo, trataba de aliviar el asunto diciendo que las víctimas ‘eran previamente drogadas‘ con pentothal.
Hoy, sin embargo, al presentarse ante el Tribunal Oral Federal 5 (TOF5) desmintió todas las acusaciones en su contra.
‘Jamás estuve en la ESMA, ni un solo día, ni siquiera de visita, no integré ningún grupo de tareas. No participé de la lucha contra la subversión ni en los vuelos de la muerte. No confesé nada, porque no tengo nada que confesar‘, dijo.
Pese a ello, enseguida, indicó que ‘no sé si existieron, no me constan los vuelos de la muerte‘ y proclamó que ‘si existieron... esos vuelos me parece algo terrible y aberrante, pero nunca participé de ellos‘.
‘Siento una tremenda indignación y frustración por estar en este juicio, procesado y arrastrado aquí ante ustedes y privado de mi libertad‘, agregó Poch y denunció que ‘los jueces y fiscales buscan chivos expiatorios para los vuelos de la muerte‘.
Detenido el 22 de septiembre de 2009 pasado al arribar a España pilotando un vuelo de la línea holandesa ‘Transavia‘, Poch está acusado de al menos 31 privaciones ilegales de la libertad en los ’vuelos de la muerte’ con que la Armada arrojó al mar a unos 4.500 guerrilleros y opositores que tenía secuestrados en la ESMA.
Egresado del Colegio Nacional Buenos Aires, estudio en la Escuela Naval y se especializó en el arma de aviación, donde llegó al grado de teniente de fragata, y se retiró el 1 de febrero de 1981. Se fue a vivir a Holanda con su esposa y tres hijos y obtuvo la doble nacionalidad argentina-holandesa.
Los ‘vuelos de la muerte‘ fueron revelados por sobrevivientes del centro clandestino de detención de la ESMA y en 1995 el represor y capitán de corbeta Adolfo Scilingo los confirmó al confesar que tiró al mar a 30 secuestrados, en dos vuelos. Luego viajó a España y allí fue condenado a 1084 años de cárcel por el Tribunal Supremo.
Según las estimaciones de organismos de derechos humanos y las investigaciones, se estima que por el centro clandestino de detención de la ESMA -ubicada en Avenida del Libertador al 8100 de esta Capital- pasaron alrededor de 5.000 prisioneros de la dictadura. De ellos habría unos 200 sobrevivientes.
En 2004 el edificio de la ESMA fue transformado en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, que funciona como museo y lugar de reflexión y de múltiples actividades en defensa de los derechos humanos y de repudio y condena del terrorismo de Estado.